El ritmo chaspishka, de la cultura Saraguro, evolucionó a lo largo de los últimos 20 años, sumando una variedad de instrumentos. Fotos: Cortesía de Wiñay Pacha
Un bombo marca el ritmo de una melodía alegre que se entona con violines, acordeones e instrumentos de viento, como la flauta y la quena. Chaspishka, así se denomina la música tradicional de la cultura de los Saraguro, un pueblo de la nacionalidad Kichwa.
Por primera vez se organiza un festival que reúne en un mismos lugar el arte, la gastronomía y la música tradicional de este pueblo indígena de la Sierra ecuatoriana. Desde hoy, hasta el sábado, 28 de noviembre, los artistas se tomarán las afueras del coliseo Municipal de Saraguro, para transmitir y compartir sus tradiciones.
El evento Wiñay Pacha (que quiere decir Renacer del Tiempo) surge de la necesidad de difundir la música tradicional e involucrar a los jóvenes para evitar que se pierda el ritmo chaspishka en tiempos modernos, dice Daniel Chalán, uno de los tres músicos que organizan el festival.
Esta música andina autóctona se origina mediante la hibridación entre la cultura Inca y la española. En la época incaica, la música tenía un sentido místico, pues se empleaba para adorar y agradecer al dios Inti (Sol), por las buenas cosechas. Por eso, las festividades e interpretaciones musicales giraban en torno a los ciclos agrícolas.
Con la llegada de los españoles, nuevos instrumentos como el violín, el acordeón o la guitarra se incorporaron a la hora de crear “el arte de las musas”.
Chalán cuenta que hace 20 años los ancianos tocaban la música con dos instrumentos: el bombo y la concertina. Ahora, el violín y el piano forman parte importante del chaspishka. De hecho, Chalán, asegura que los jóvenes muestran más interés por aprender a tocar el violín.
No fue sino hasta los años 70 y 80 que las nuevas generaciones empezaron a interpretar el folclor andino. Pero la música chaspishka no se incorporaba y el olvido la amenazaba. Chalán asume que a los jóvenes les daba vergüenza interpretar este ritmo, pues solo se bailaba en las fiestas familiares.
Fue a mediados de los 90 cuando se dio a conocer y se empezó a tocar en las fiestas de las comunidades. Ahora, jóvenes saraguros tocan guitarra y piano acústico para interpretar un ritmo ancestral que representa su cultura desde hace 6 000 años.
Para recordar este ritmo, que a pesar de haber evolucionado sigue manteniendo su esencia, Wiñay Pacha contará con varios grupos musicales. Además, el jueves habrá talleres y foros sobre piano, violín e instrumentos de percusión, en donde también se hablará sobre la música andina.
“Es importante valorar la diversidad musical que tiene el Ecuador como un país pluricultural”, concluye Chalán.