Al problema de la falta de entrega de medicinas que han expuesto los pacientes del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) se suma el daño en un equipo para radioterapia.
A César Pazmiño le detectaron cáncer de próstata en octubre del 2021. Él recuerda que la doctora le dijo que el antígeno prostático estaba muy alto por lo que necesitaba acudir donde el especialista de inmediato.
Solicitó una cita en el IESS pero le agendaban para enero de este 2022. Por ello decidió pagar un médico particular quien le dijo que se trataba de un cáncer agresivo y era necesario intervenir.
Con el dinero de la liquidación que recibió después de ser despedido del trabajo, a Pazmiño le tocó costear su operación. “No podía esperar tanto tiempo”, dice.
Posteriormente logró que lo traten en el área de oncología del Hospital Carlos Andrade Marín, en Quito. Pazmiño comenta que en junio del 2022 el médico le indicó que debía recibir 35 sesiones de radioterapia, pero solo alcanzó las 22.
Las 22 sesiones, agrega, no fueron consecutivas, como estaba previsto. Inicialmente era todos los días, pero había semanas en que tenía dos o tres veces por semana. La última radioterapia que recibió fue el pasado 16 de agosto de 2022.
¿Y ahora qué va a pasar con el tratamiento?, ¿debo empezar de nuevo?, ¿cómo afectará esto a mi salud?, son algunas de las preguntas que César se hizo después de la suspensión.
Las respuestas llegaron después de 40 días. El 29 de septiembre, Pazmiño acudió al hospital y le dijeron que ya estaban en vías de solucionar el inconveniente con el equipo.
“Me tranquilizó un poco saber algo. Solo me decían que no funcionaba y que no había el repuesto”, comenta César. Ese día también le indicaron que luego de hacer un estudio y revisar la información que se queda guardada en la memoria de la máquina, se puede establecer una compensación por las radioterapias que no recibió.
Ese día, a Pazmiño le llamó la atención que había más pacientes con su mismo problema y, según le comentaron, había una lista de espera de alrededor de 200 personas.
A la espera de una llamada
La madre de Irma Sánchez, de 83 años, en cambio, no llegó a recibir ni una sola radioterapia. Hace casi tres meses está esperando que le llamen del HCAM.
La mujer recuerda que en el 2020 a su madre le operaron de cáncer de tiroides. Aparentemente todo estaba bien, pero a inicios del 2022, por un dolor en la pierna, le realizaron varios chequeos. Allí detectaron que había una metástasis que llegó al hueso ilíaco de la cadera.
Sánchez comenta que la alternativa de tratamiento que le sugirieron fue la radioterapia. Le asignaron un turno y el día que tenían que ir para la prueba inicial le dijeron que el equipo se había dañado.
En un segundo intento, cuando aparentemente ya se había solucionado el problema, nuevamente le cancelaron la cita. De esa situación ya han pasado tres meses, dice Irma.
“Yo fui al hospital y me indicaron que depende del equipo técnico que repare los equipos. Ofrecen para una fecha y vuelven a postergar”, señala la mujer.
Mientras su madre espera el tratamiento, Irma asegura que su salud se va deteriorando. “A pesar de todo ella espera con ilusión la radioterapia“, finaliza.
La respuesta del HCAM
En una entrevista con un medio radial, el pasado 30 de septiembre, Mauricio Heredia, director médico del HCAM señaló que los repuestos ya están en el Ecuador.
Además, mencionó que al momento se encuentran avanzando en la parte administrativa de contratación pública y normativa legal para continuar con el proceso.
Tras una consulta de este diario, el 3 de octubre de 2022, la institución aseguró que está previsto que esta semana ya entren en funcionamiento los dos equipos.
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