La agrupación La Melaza Candombe (Uruguay) está integrada por 35 mujeres de cinco países y visitaron Esmeraldas. Foto: MARCEL BONILLA / EL COMERCIO
La presentación de la agrupación afroesmeraldeña Marimba y Clarinete abrió el Primer Encuentro Internacional de Mujeres al Tambor, Tamboras Libertarias, que se realizó en Esmeraldas.
La ciudad de Esmeraldas fue el escenario para la segunda fase de este programa, con la presentación del grupo La Melaza Candombe, que inicialmente se presentó en Quito. Esta agrupación fue la primera de su tipo en Uruguay.
Alrededor de 35 mujeres de diferentes países de Latinoamérica y el Caribe hicieron sonar sus instrumentos, frente a unas 250 personas que asistieron al evento. Todas vistieron de rojo y portaron sus tambores colgados de sus cuellos.
El programa se realizó en la unidad educativa La Inmaculada, el lunes pasado.
El grupo entonó el candombe, que es un ritmo uruguayo que tiene raíces africanas. Los tambores utilizados en sus interpretaciones fueron construidos en Uruguay.
Algunos están fabricados con madera de roble y se caracterizan por ser grandes y poseer curvaturas especiales para amplificar los sonidos que emiten.
Esta agrupación nació el 8 de mayo del 2005, cuando se recordó el Día Internacional de la Mujer. Desde entonces su unión ha sido un símbolo de lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres en Uruguay y el continente. Para demostrarlo utilizaron la música y los tambores.
Para la presentación en Esmeraldas apenas llegaron 35 de las 200 mujeres que pertenecen a este grupo de percusión.
Uno de los objetivos del encuentro, además de lo artístico, fue propiciar los espacios de intercambio cultural, a través de los talleres de formación musical.
La Melaza Candombe está integrada por mujeres de Inglaterra, Colombia, Chile, Venezuela y Uruguay, quienes se han unido para fortalecer la cultura y poner de manifiesto sus creencias.
A la presentación asistieron figuras del canto afroesmeraldeño, como Rosa Wila, representante de la agrupación La Voz de Niño Dios; y Petita Palma, una de las principales impulsoras de la marimba y otros ritmos tradicionales de Esmeraldas.
Este mismo espectáculo se realizó en la parroquia de Borbón, la noche del martes. El programa se denominó Raíces, como tributo a las mujeres y hombres, negras y negros, que hicieron historia y resistencia para la liberación de diversas causas.
Este último programa se complementó con otro encuentro musical con Guillermo Ayoví (Papá Roncón), una de las figuras sobresalientes de la copla afro. Él recibió a las mujeres percusionistas en su casa para una pequeña demostración de marimba y canto.
El intercambio de experiencia también se hizo con la agrupación Madera Metálica, dedicada a la formación de niños en el conocimiento de la música ancestral y la elaboración de artesanías afros. “Este intercambio de cultura hace bien a los pueblos”, manifestó Juan Pablo Garcés, representante de Madera Metálica.
La coordinadora del primer encuentro, Stéfany Cárdenas, dijo que La Melaza Candombe pronto cumplirá 15 años en su labor musical y en la lucha por los derechos de la mujer en Latinoamérica y el mundo.
Por eso, agrega Cárdenas, la presentación Raíces fue un tributo a las mujeres y hombres negros, que en Uruguay hicieron historia, no solo a través de música. En ese país, los afros también representan a la resistencia para terminar con las cadenas de la esclavitud.
Como parte de la celebración del día del candombe, que se realizó el 3 de diciembre último, se hizo un acto especial con expertos de los tambores en el malecón de Las Palmas-Esmeraldas.
El director de la agrupación Marimba y Clarinete, Exon Perea, explicó que de la mano de La Melaza Candombe se puede lograr una fusión de ritmos africanos, como ya se ha hecho en Esmeraldas.
A esa iniciativa se sumaría el Conservatorio Municipal de Música, que forma de manera permanente a niños y jóvenes en percusión ancestral, con instrumentos afros.