Una fotografía tomada por una enfermera el 30 de abril de 2020 en el Hospital Universitario Hotel Dieu de France, muestra a colegas mostrando los pulgares hacia arriba en la sección de coronavirus del hospital en los suburbios orientales de Beirut, la capital libanesa. Foto: AFP
Bajo la tenue luz de los corredores de un hospital de Beirut, enfermeras libanesas se toman fotos con sus teléfonos celulares, una pausa en la dura vida cotidiana de los que están en primera línea de la lucha contra el nuevo coronavirus.
Las imágenes, seleccionadas por la AFP y tomadas por el personal médico, ofrecen una inmersión entre bastidores en el hospital libanés Hôtel–Dieu de France.
Fatiga, oraciones, orgullo y espíritu de grupo: las fotos cuentan día a día las emociones en montaña rusa que viven desde hace dos meses los enfermeros.
En una fotografía, un miembro del personal sanitario hace un truco de magia con un juego de cartas. En otra, varios trabajadores de la salud se reúnen para un selfie del grupo con el pulgar levantado.
En otras imágenes, una enfermera saca su guitarra para un interludio musical, o un sacerdote oficia misa, un momento de recogimiento entre dos urgencias.
Y aunque la propagación de la enfermedad de covid-19 ha estado relativamente contenida en el Líbano, todavía temen una segunda ola de contaminación que podría desbordar los hospitales.
Un colega entreteniendo a otros con una guitarra durante un descanso en la sección de coronavirus del hospital, en el vecindario de Ashrafieh, en los suburbios orientales de Beirut, la capital libanesa. Foto: AFP
“La gente no comprende las dificultades que encontramos aquí”, comentó a la AFP Sylvia Beudjekian, enfermera jefe de su departamento en el Hôtel–Dieu, uno de los principales establecimientos de la capital libanesa.
“Todo el mundo está cansado. Hacemos mucho más que dar un tratamiento a los pacientes (…) Nos ocupamos de personas que no tienen a sus familias al lado para hacer frente a la enfermedad”, agregó.
En Líbano se han reportado oficialmente 859 casos de la enfermedad covid-19, 26 de ellos mortales. El país inició un desconfinamiento pero en los últimos días el número de casos reportados diariamente ha vuelto a aumentar.
“Todos el mundo ha llorado, hay momentos de alegría también. Esta crisis nos ha enseñado muchas cosas”, aseguró Beudjekian.
Una colega mirando las fotos familiares que aparecen en una ventana detrás de una estatua de la Virgen María. Foto: AFP
“Continuaremos haciendo todo lo posible para estar ahí para todos”, prometió, al tiempo que llamó a los libaneses a “ser prudentes y quedarse en casa”.