Los usuarios de redes sociales están preocupados por el destino que puedan tener los datos privados que compartieron a través de Twitter con la cuenta de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT), luego de que esta cambiara de dueño.
Cristian Espinoza, director de Cobertura Digital, asegura que quienes intercambiaron datos en esta red social no tienen muchas opciones para recuperar la información. Eso debido a que Twitter no permite eliminar los mensajes para los receptores, sino únicamente para el dueño de la cuenta.
Por lo tanto, los datos compartidos podrían ser aún manejados por quien administra la cuenta. En la sección de ayuda de Twitter no existe opción para denunciar que se ha entregado datos privados a una cuenta, pues eso es únicamente responsabilidad del usuario.
Lo único a lo que se puede acceder en caso de que se haya hackeado una cuenta es a reportarla o tratar de reestablecer la contraseña mediante un correo electrónico. Si aun así no se puede acceder a la cuenta, la otra opción es enviar un correo electrónico al equipo de soporte de Twitter.
Una de las opciones que existe en este momento para los usuarios que compartieron sus datos sería denunciar la cuenta, para que esta se bloquee y el dueño actual no pueda usarla con tanta facilidad.
Diego Beltrán, experto en seguridad informática y protección de datos, indica que la red social generalmente no se hace responsable por la información que se entrega a una entidad pública o privada.
Para Espinoza, lo ocurrido con la cuenta de la AMT, deja como lección que no es recomendable entregar información personal a través de redes sociales, aunque sea por mensajes privados, por más que se trate de una cuenta institucional.
Nuevos protocolos para entrega de datos
Para los expertos esto se debe a una falta de protocolos para el manejo de información en redes sociales. Beltrán considera que en lo ocurrido con la AMT es muy difícil determinar cómo ocurrió el ataque.
Según él, el 53% de ataques cibernéticos en las instituciones ocurren porque los propios funcionarios o exfuncionarios de la entidad roban los datos o no entregan las claves cuando se cambia de administración.
En el caso de la AMT se cambió de administración en julio pasado, justo cuando se creó la nueva cuenta institucional y se eliminó la anterior que contaba con más de 164 000 suscriptores que alcanzó durante los nueve años que estuvo al aire.
Los expertos señalan que con la incorporación de nuevas tecnologías a la gestión institucional también se debe implementar mecanismos que salvaguarden la información que los usuarios comparten a través de plataformas digitales.
La red social tiene una responsabilidad muy limitada respecto de la información que los usuarios consignan en ella y no le genera una responsabilidad salvo si la vulneración se genera por su propia responsabilidad.
Beltrán recomienda que la institución notifique a los titulares que sus datos podrían haber sido vulnerados, a fin de que tomen las medidas necesarias para evitar daños posteriores como suplantación de identidad..