¿Padres enviarán a sus hijos a clases presenciales en Quito?

Natalia Páez se encargará de la educación de su hija de 3 años, en casa, durante los próximos dos períodos, antes de que ingrese a primero de básica.

Natalia Páez se encargará de la educación de su hija de 3 años, en casa, durante los próximos dos períodos, antes de que ingrese a primero de básica.

Natalia Páez se encargará de la educación de su hija de 3 años, en casa, durante los próximos dos períodos, antes de que ingrese a primero de básica. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO

En septiembre, Tamia iba a ingresar a la escuela por primera vez. En marzo de 2020 cumplió 3 años. Así que su madre, Natalia Páez, buscó un centro con una metodología que le permita aprender a su propio ritmo en el primer nivel de inicial. Su plan cambió por la pandemia.

La educación virtual no es lo que esperaba para el inicio de la escolarización de su pequeña. Así que ella hizo un curso para hacerse cargo del aprendizaje de Tamia, con el sistema ‘homeschooling’, desde agosto.

Una especialista en el método Montessori, que asesora a la madre desde el nacimiento de la niña, se encargará de armar el programa de estudio. Y le orientará sobre la variedad y dosificación de actividades.

Los padres, en Sierra y Amazonía, deben elegir la modalidad de estudios para el ciclo 2020-2021, que empezará en septiembre. Y en la decisión pesa el temor de que sus hijos se contagien con covid-19. Por ello piden opciones.

El ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos, dijo que se trata de un tema que deben revisar junto con Educación.

La viceministra de Educación, Isabel Maldonado, indicó que los lineamientos para las modalidades que regirán en el próximo ciclo están listos.

Ayer -adelantó- estaba previsto que se emitiera el Acuerdo Ministerial para regular la educación abierta (semipresencial y en línea, a distancia). Y las reglas para el ‘homeshooling’ estarán entre el lunes y martes próximos.
Centros particulares como el Martim Cereré, de Quito, esperan disposiciones oficiales. Mientras, plantearon una modalidad 100% virtual y otra semipresencial.

Pamela Beltrán, madre de Martina, de 8 años, escogerá la primera. Su hija y los niños de su edad -anota- son muy pequeños para hacerse responsables del uso de la mascarilla y la distancia social.

Nelly, quien pidió la reserva de su apellido, opina igual. Tiene una hija que pasa a décimo en La Dolorosa. “Va a cumplir 13 años. Conoce cómo se transmite el virus, pero si va al colegio querrá reunirse con sus amigos; el mismo docente puede ser una fuente de contagio”.

Le tranquiliza saber que el plantel seguirá con clases en línea hasta diciembre, ya que vive con sus padres, población vulnerable ante el covid-19.

Preocupaciones similares tienen otros representantes. El 27 de junio, Smartmedia encuestó a 276 padres, de 64 centros de Quito. El 62% de quienes tienen dos o más hijos de todas las edades dijo preferir la modalidad virtual durante los primeros cuatro meses.

Un 29% se inclina por las clases semipresenciales durante ese mismo tiempo y el 9%, por la modalidad presencial.

“Ninguna institución estaba preparada para la educación virtual. En el Colegio La Salle de Conocoto hicieron todo lo que pudieron. Pero para el próximo año esperamos un pénsum virtual”, comenta Pablo Cobos, padre que integra el grupo de Facebook ‘No a las altas pensiones’, que hasta ayer tenía 863 miembros.

Él es contador de una empresa privada y le redujeron el 50% del sueldo. Solicitan que el próximo ciclo se mantenga el descuento del 25% en las pensiones de USD 205 y 215 mensuales, para la primaria y secundaria, respectivamente.

Lo mejor -opina- es que siga la modalidad virtual, con ajustes. “Unos padres nos dicen que a sus niños pequeños les bombardearon con tareas”.

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