Uno de cada 100 decesos. Esos son los números que marca el suicidio en el mundo, una de las principales causas de muerte que reporta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
“Cada año mueren más personas a causa del suicidio que por el VIH, la malaria o el cáncer de mama, o que por la guerra y los homicidios”, indica el organismo en un comunicado por el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, fijado cada 10 de septiembre.
El suicidio es un problema de salud pública urgente, exacerbado tras 18 meses de pandemia de covid-19. Estudios muestran que la emergencia sanitaria ha amplificado los factores de riesgo vinculados al suicidio: el desempleo, los problemas económicos, los traumas y abusos, trastornos mentales y las barreras para el acceso a la atención en salud, según reporta la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Para evidenciar su impacto en la región, el organismo recurre a una encuesta del Foro Económico Mundial, desarrollada en Chile, Brasil, Perú y Canadá. El sondeo se realizó un año después del inicio de la pandemia y cerca del 50% de los participantes declaró que su salud mental había empeorado.
“Necesitamos de una acción de toda la sociedad para poner fin a estas muertes, y requerimos del compromiso de los gobiernos para invertir y crear una estrategia nacional integral que mejore la prevención y la atención del suicidio”, pide Renato Oliveira e Souza, jefe de la Unidad de Salud Mental de la OPS.
En Ecuador, el 2020 se reportaron 1 207 muertes por suicidio. Entre las estrategias para reducir las cifras, el viceministro de Salud, José Ruales, informó que se planifica crear un subsistema de vigilancia de intentos de suicidios. También se presentó el manual de cuidadores comunitarios en prevención del suicidio.
Cada año se reportan cerca de 700 000 suicidios a escala mundial, según datos de la OMS; los intentos de suicidio alcanzan 20 veces esa cifra. Entre los jóvenes de 15 a 29 años es la cuarta causa de muerte, luego de defunciones por accidentes de tránsito, la tuberculosis y la violencia.
Adrián Díaz, representante de OMS/OPS en Ecuador, aterriza las estadísticas en el país. Una de las más impactantes es que el suicidio constituye la primera causa de muerte entre adolescentes. A esto suma que en el 80% de los casos son hombres, por lo que advirtió la necesidad de ampliar las redes de contención.
‘Crear esperanza a través de la acción’ es el tema de este año para despertar conciencia, una campaña que es liderada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, que tiene el respaldo de la OMS. El objetivo global es reducir a un tercio la tasa mundial de suicidios para el año 2030.
Signos y medidas para tomar en cuenta:
Las advertencias verbales o conductuales deben activar las alarmas. Hablar sobre querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, o sentirse una carga más para los demás son señales para buscar ayuda profesional urgente.
Los cambios de comportamiento no deben pasar inadvertidos. Hacer un plan o investigar formas de morir; alejarse de los amigos, regalar artículos importantes o hacer un testamento; mostrar cambios de humor extremos; consumir drogas o alcohol con más frecuencia, pueden ser signos de suicidio.
La detección y tratamiento tempranos de la depresión y de los trastornos por consumo de alcohol son fundamentales para la prevención del suicidio.
Es esencial el seguimiento con quienes han tratado de suicidarse y el apoyo psicosocial en las comunidades. Limitar el acceso a los medios para suicidarse (como los plaguicidas y las armas de fuego) es parte de las recomendaciones de la OMS.
Identificación temprana, evaluación y seguimiento de las personas afectadas con pensamientos y comportamientos suicidas.