El pasado miércoles, la Comisión de Educación de la Asamblea Nacional dejó listo el informe para primer debate de la reforma a la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES). Entre las 115 páginas no contempla la eliminación de la Secretaría Nacional de Educación Superior Ciencia y Tecnología (Senescyt).
El documento recoge las propuestas de los nueve proyectos presentados en el Gobierno anterior y seis del presente mandato, entre ellos del presidente, Guillermo Lasso. No obstante, en ninguno de los artículos propone la supresión de la Senescyt.
Este tema volvió al debate el pasado 23 de marzo, cuando -por problemas en la plataforma- se suspendió el Test Trasformar para el ingreso de los bachilleres a las universidades. 327 000 estudiantes se habían inscrito.
Esto motivó a que el Presidente volviese a insistir en que “cumplirá su palabra” de cerrar esa institución con una reforma vía decreto.
Antes, al ganar las elecciones, había dicho que también le motiva esta decisión por la cantidad de bachilleres que se ven obligados a seguir una carrera distinta a la que habían pensado.
Para Pablo Cardoso, exsecretario de Becas de la Senescyt, el problema ocurre porque en Ecuador cada año se gradúan 200 000 jóvenes y solo hay 118 000 cupos que otorgan las más de 60 universidades públicas y cofinanciadas.
El acceso a la universidad no pasa por eliminar el examen de ingreso y este organismo, sino por entregar más recursos para que las universidades aumenten los cupos frente el incremento poblacional, dice Cardoso.
Según Paúl Herrera, vicerrector de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol), entre 2008 y 2018 el país no ha mejorado la Tasa Bruta de Asistencia Universitaria. Esta mide el porcentaje de jóvenes en edad de estudiar (18-24 años) y que lo están haciendo. En 2008 fue del 26,9% y a 2018 estaba en el 26,45%. “Algunas universidades hemos crecido, pero la población crece más rápido”.
Según Herrera, en Latinoamericana en este mismo período la tasa pasó del 23% al 52%, y en los países desarrollados supera el 70%.
Regula universidades
La Senescyt es una entidad del Gobierno creada en 2010 y ejerce la rectoría de la política pública para las universidades, escuelas politécnicas e institutos del país. Coordinar las acciones entre la función Ejecutiva y las instituciones de educación superior para garantizar que se cumpla la gratuidad a la educación superior con criterio de calidad, inclusión, pertinencia y democracia. Además, identifica y aprueba las carreras y programas de interés público, impulsa la investigación y la innovación.
Sistema de nivelación
Asigna los cupos para los bachilleres que buscan ingresar a la educación superior bajo un sistema que prioriza la meritocracia, la elección libre y la oferta académica de los centros superiores. Los aspirantes rinden el Test Trasformar, que evalúa las habilidades cognitivas. El cupo se asigna considerando el puntaje más alto por carrera. Para los rectores este sistema es discriminatorio, porque pone en desventaja a los estudiantes de la zona rural, que tienen múltiples carencias académicas.
Acceso a becas
Fomenta la formación del talento humano mediante becas o créditos para estudiar en Ecuador u otros países. Entre 2010 y 2020 otorgó 32 894 becas a universitarios, 4 074 de ellos están devengando en universidades o con investigaciones. Para Pablo Cardoso, exsubsecretario de Becas, por estas ayudas las universidades de llenaron de maestrantes y PhD. “Pero desde hace cuatro años hay una disminución y no hay convocatorias. Esto aporta y ayuda a desarrollar los sectores productivos del país.
Títulos e innovación
Financia proyectos de investigación científica y desarrollo tecnológico para los centros de educación superior. Con esto potencian el talento de los jóvenes, pero las convocatorias también están suspendidas por falta de recursos económicos, dicen los rectores. La Senescyt también registra y cuenta con una base de datos de los títulos nacionales y los otorgados por centros superiores de otros países. Hace 10 años esto no existía y por eso se identificaron títulos falsos, recuerdan los rectores.