Imagen referencial. Las medidas de mitigación consisten en reducir las emisiones de gas de efecto invernadero y aumentar las fuentes de captura de carbono. Foto: Pixabay.
Durante el taller Cambio Climático y Comunicación Efectiva, del 6 de octubre, organizado por el Ministerio del Ambiente (MAE), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la Friedrich-Ebert- Stiftung (FES-ILDIS), Lorena Tapia, ministra del Ambiente, expuso las perspectivas para la COP 21 claves para el Ecuador.
El Ecuador aborda el cambio climático como una política de Estado que tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para el 2025. La gestión del Ecuador frente al cambio en las temperaturas se basa en medidas de adaptación y medidas de mitigación.
Las medidas de adaptación son acciones encaminadas a reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia de la población frente al cambio climático. Incluyen: manejo de cuencas hidrográficas, seguridad alimentaria, monitoreo hidrometereológico, fortalecimiento de capacidades y gestión de riesgos.
Entre los proyectos que se están ejecutando son: Proyecto PACC (Efectiva Gobernalidad del Agua en el Ecuador), Proyecto PRAA (Adaptación al Impacto del Retroceso Acelerado de Glaciares y Reducción de Páramos en los Andes), GACC (Gestión de Riesgo y Vulnerabilidad frente al Cambio Climático), FORECCSA (Fortalecimiento de la Resiliencia de las comunidades ante los efectos adversos del cambio climático con énfasis en seguridad alimentaria), un análisis de la vulnerabilidad de centrales Hidroeléctricas frente a los efectos del cambio climático y GIDDAC (Gestión integrada de la Desertificación y Degradación de la Tierra).
Por otro lado, las medidas de mitigación consisten en reducir las emisiones de GEI y aumentar las fuentes de captura de carbono. Por ello se han implementado iniciativas como el plan de acción RED+, FOCAM, reconocimiento ecuatoriano ambiental carbono neutral, el proyecto de aprovechamiento energético de residuos, mecanismos para un desarrollo limpio y las medidas nacionales apropiadas de mitigación (NAMA’s).
Los objetivos de las medidas de mitigación son: cambiar la matriz productiva energética con ocho centrales hidroeléctricas y la implementación de 1,5 millones de cocinas de inducción hasta el 2016, ahorro y uso racional de la energía, agricultura y ganadería sostenible y la conservación y manejo de bosques con programas como Socio Bosque.
En miras hacia la COP21 de París que se realizará este año entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre, la Ministra mencionó que existen tres temas centrales: las cocinas de inducción que se estima que reducirán 1 millón de toneladas de CO2 para el 2025; las centrales hidroeléctricas que se predice que reducirán un 6,7 toneladas de CO2 en 10 décadas; y un proyecto de Petroamazonas en la que se instalará 266MW de potencia para generar electricidad a base de crudo y 539 MW con gas asociado.
Tapia asegura que el tema que Ecuador insistirá en todos los eventos internacionales y hará énfasis es la “justicia ambiental”: “aquellos grandes contaminadores deben responder por aquellos efectos o impactos que generaron y eso significa acciones concretas para adaptación y mitigación, para desarrollo de capacidades, transferencia de tecnología”.
Además, aseguró que el país, más allá del tema del Yasuní, seguirá insistiendo en las emisiones netas evitadas, para que los países en desarrollo, puedan recibir beneficios económicos, transferencia de tecnología y construcción de capacidades, por evitar la emisión de gases de efecto invernadero.
La COP es la conferencia mundial más grande donde se discute sobre las problemáticas y soluciones del cambio climático. Este año según la PNUD, se espera “un acuerdo universal jurídicamente vinculante sobre el clima, con el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de 2 °C en comparación a niveles preindustriales”.
Los países deberán presentar las Contribuciones Previstas Determinadas a Nivel Nacional, el apoyo financiero para países en vías de desarrollo (más de USD100 billones al años desde el 2020) y la implementación de una Agenda de Soluciones a nivel de ciudades, provincias, sectores privados, ONG, asociaciones, etc.
Diego Zorrilla, Representante Residente del PNUD, afirmó que “el acuerdo de París puede proporcionar un apoyo amplio en materia técnica, financiera y de creaciones de capacidades para facilitar esta labor, y apoyar a los países durante su transición hacia un desarrollo con bajas emisiones y resiliente frente al