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Dudas y expectativas por declaratoria de emergencia en el sistema de salud

El 17 de junio del 2022 el presidente Guillermo Lasso declaró la emergencia en el sistema de salud. Foto: archivo / EL COMERCIO

Una nueva emergencia en el sistema de salud declaró el presidente Guillermo Lasso el 17 de junio del 2022, esto en medio de las movilizaciones de sectores sociales e indígenas.

En septiembre del 2021 se declaró la primera y se trató de una emergencia focalizada, por 60 días, para abastecer a los 135 hospitales de primer, segundo y tercer nivel del Ministerio de Salud Pública (MSP).

La meta era adquirir 123 medicamentos, especialmente para pacientes en condiciones graves, sin embargo, solo se alcanzó la compra de 42.

Según la titular de Salud, Ximena Garzón, no se pudieron comprar todos los medicamentos porque “muchos de los proveedores farmacéuticos no tenían la cantidad suficiente, ni podían cumplir con el plazo dispuesto en la emergencia o los precios estaban por sobre el techo establecido”.

En más de un año de Gobierno, los reclamos, quejas y plantones de pacientes por falta de medicamentos han sido una constante en el país.

Gremios de médicos también han denunciado la escasez de fármacos, insumos, dispositivos y problemas en las estructuras hospitalarias.

Una emergencia al 'apuro'

Fernando Sacoto, presidente de la Sociedad de Salud Pública del Ecuador, señala que declarar una emergencia y comprar medicamentos sin criterio de planificación puede resultar contraproducente y más bien convertirse en un desperdicio de recursos, además que hay el riesgo de que en esas "compras al apuro" haya corrupción.

"La emergencia tiene que servir para que las personas tengan mejor acceso a salud y eso se logra con atención primaria de salud universal", agrega.

Sacoto menciona que en el primer año de gestión no se ha trabajado en la construcción de un sistema nacional de salud que es imprescindible para superar la desarticulación sectorial, especialmente entre el MSP y el IESS.

Enrique Terán, PHD en farmacología, recuerda que la emergencia declarada en agosto del 2021 no tuvo un mayor impacto en cuanto al abastecimiento de medicamentos.

Esto debido a que los sistemas de salud (MSP, IESS, Issfa e Isspol) adujeron que la declaratoria no exime a las instituciones de seguir el proceso establecido para la adquisición de medicamentos.

Es decir, debían someterse al proceso de compras públicas, lo que implica una serie de pasos y requisitos que burocratizan el proceso, sostienen Terán.

"Esta declaratoria de emergencia puede terminar en lo mismo. Se la realiza para abastecer de medicamentos, pero el sistema nacional de salud se ve incapaz de poder utilizar esos recursos", dice.

Para que el Decreto presidencial funcione, considera el especialista, debe acompañarse de la concurrencia de la Asamblea, Contraloría, Sercop y de la Corte Constitucional para que se autorice la omisión de todos estos candados burocráticos y de esa forma se pueda dar lugar a la adquisición directa de medicamentos.

Al mismo tiempo se debe cuidar que no se convierta en una carta blanca para compras arbitrarias o en desmedro del Estado. Para ello se debería crear una veeduría ciudadanía que controle que no exista corrupción en los procesos.

Asociaciones de pacientes tienen dudas sobre la emergencia

Rafael Palacios, presidente de la Asociación de Padres de Niños Con Cáncer (Apnacc), cuestiona la declaratoria que a su criterio se dio presión social. Menciona que como representante ha buscado el diálogo varias veces sin obtener resultado.

Palacios señala que la situación por la falta de medicamentos es crítica y solo en la Apnacc han fallecido 70 niños esperando algún fármaco.

"Si es que llegan los medicamentos, vienen tarde. Los pacientes a los que no se les da a tiempo el medicamento se agravan, se vuelven metastásicos, con una muerte segura", sostiene Palacios.

Otros problemas que menciona el representante son la calidad de los fármacos así como los procesos de compra.

Gustavo Dávila, coordinador de la Alianza Nacional por la Salud (ANS), recuerda que en la declaratoria de emergencia de septiembre del año pasado apenas se llegó al 50% de abastecimiento y duda que en esa segunda se cumpla con el 100%.

Además se pregunta si la emergencia es solo en el sistema púbico qué va a pasar con el IESS, por ejemplo, en donde se encuentran la mayor cantidad de acciones de protección ganadas que se han incumplido. "Este tipo de soluciones parche no hacen bien al país ni a los pacientes. Necesitamos respuestas reales".

Asimismo, se debe pensar en una solución de abastecimiento no para dos o tres meses sino para al menos un año, de lo contrario el mismo problema se repite constantemente, dice.

Soluciones a largo plazo

Terán sostiene que se debe cambiar el concepto de aprovisionamiento de medicamentos. "Los fármacos no son bienes de uso eventual, son productos que se usan de manera sostenida".

Agrega que las compras tienen que ser planificadas y no pensadas para uno o tres meses sino para cinco o más años porque los pacientes no desaparecen, se reemplazan. Si uno fallece, por ejemplo, aparece otro o varios que van a necesitar el medicamento.

Además, la autoridad sanitaria debe conocer cuáles son las necesidades del sistema y así garantizar que siempre haya abastecimiento, independientemente si hay cambios de autoridades en los hospitales.