La falta de medicinas, insumos y equipos dañados no son los únicos inconvenientes en el Hospital Enrique Garcés, ubicado en el sur de Quito. A estas carencias, por las que médicos y pacientes realizaron un plantón el pasado 1 de junio del 2022, se suma un problema hidrosanitario.
Byron Noroña, presidente de la Asociación de médicos del Hospital Enrique Garcés, dijo en mayo pasado que la casa de salud vive también un “colapso hidrosanitario” por lo que han pedido una intervención, sin obtener resultados.
La ministra de Salud, Ximena Garzón, confirmó en una entrevista a Radio Quito el 2 de junio que el hospital enfrenta una dificultad hidrosanitaria. Según manifestó, a la casa de salud no se le ha dado mantenimiento en todo el tiempo que lleva en funcionamiento, es decir en más de 35 años. Los desagües, que son de concreto, se han roto por asentamientos.
Debido a esto se han presentado filtraciones de agua que se empoza en las bases estructurales del hospital provocando que haya cuarteamientos.
“No es que está cayéndose, pero sí hay que intervenir inmediatamente para cambiar todo el sistema hidrosanitario y reforzar nuevamente los cimientos del hospital”, dijo.
Para evitar que haya más deterioro en la infraestructura, se asignó un presupuesto de USD 400 000 con el objetivo de realizar un estudio de ingeniería y así trabajar en el cambio hidrosanitario, dijo Garzón.
Según la Ministra, el Enrique Garcés mantiene, además, un problema con la estructura administrativa. En ese centro hospitalario los funcionarios que están al frente de la casa de salud “son personas encargadas, pero no tienen la formación adecuada” por lo que la gestión “se ha vuelto complicada”.
Por ello la funcionaria aseguró que se está trabajando en una intervención integral del hospital público del sur de Quito.
Falta de medicamentos e insumos
El 1 de junio, médicos y pacientes del Hospital Enrique Garcés protestaron en un plantón por la falta de medicinas y daños en los quirófanos.
Byron Noroña, médico del hospital, aseguró que la situación es crítica ya que no cuentan con insumos, medicamentos y dispositivos. Además no se realiza mantenimiento a los equipos y algunos están obsoletos. “Las luces están quemadas. Me ha tocado operar con celulares, con la luz del celular”, dijo el galeno.
Frente a esta situación, la Ministra de Salud afirmó que hay un presupuesto de USD 800 000 para la adquisición de nuevos equipos que por “décadas han sido utilizados y no se han renovado”.