En Quito, varios planteles particulares se han organizado para ofrecer el servicio de cafetería o bar a los chicos que retornan a clases presenciales. La inauguración oficial se dio este miércoles 1 de septiembre del 2021. Sin embargo, algunos privados dieron inicio a sus jornadas, días atrás.
En el ISM, por ejemplo, están inscritos 1 200 chicos -en cada uno de los campus-. De ellos, más del 85% optaron por la modalidad presencial.
Para ello se han aplicado protocolos de bioseguridad estrictos, en especial, en el área de cafetería. Lo explica la doctora Ericka Andrade, jefa de Seguridad y Salud Ocupacional de la institución. Ellos arrancaron el año el martes 30 de agosto del 2021.
“Estamos coordinando el autocuidado y normas de inocuidad sanitaria. Hacemos inspecciones para vigilar el cumplimiento de medidas”.
En el bar, además, hay señalética y los estudiantes no pueden conversar dentro de ese espacio para evitar contagios. Además, hay espacios al aire libre, con mesas cuya capacidad es de máximo tres personas.
La experta además señala que hay chicos que llevan sus colaciones desde casa.
En el Colegio Letort, ubicado en el norte de la capital, ocurre algo similar. En esta institución, más del 60% de 720 alumnos volverán a la modalidad semipresencial. Asistirán dos veces por semana.
Quienes acudan tendrán la posibilidad de llevar sus colaciones para servirse en los espacios destinados para ello. Y hay una máquina expendedora de productos alimenticios.
Sin embargo, en otras instituciones tuvieron que cerrar el servicio de cafetería para los chicos. Esto ocurrió en el Colegio William Shakespeare, en donde solo 40 de los 450 chicos optaron por la modalidad virtual.
Su rector Humberto Herrera señaló que, tras una circular enviada por el Ministerio de Educación, con fecha del 25 de agosto del 2021, tuvieron que suspender el servicio de expendio de alimentos.
En el documento (MINEDUC-SAE-2021-00003-C) se explica que la Dirección Nacional de Recursos Educativos de la Subsecretaría de Administración Escolar se encuentra desarrollando los lineamientos y protocolos de autocuidado e higiene para la prestación de ese servicio. Además, se señala que se espera contar con las directrices adecuadas para velar por la seguridad de los chicos.
Esta medida -señala Herrera- significó que se hicieran cambios en los horarios del alumnado. Antes, el ingreso era a las 08:00 y la salida a las 14:30. Por lo que los estudiantes debían almorzar o servirse un refrigerio. Pero, “con el cierre debimos cambiar horarios. Ahora se trabaja hasta las 13:00”.
Ellos también cuentan con espacios destinados para que los chicos se sirvan sus alimentos. Actualmente, todos llevan sus colaciones desde casa.