Prevención, eficacia en sistemas de protección y especialización en justicia: ejes del Acuerdo contra las violencias

El vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner abrió el diálogo.

La Gobernación del Guayas se llenó de mariposas de papel. Hubo una en cada asiento durante la presentación del Acuerdo Nacional Por una Vida Libre de Violencias, la tarde de este jueves 16 de mayo de 2019 en Guayaquil.
“Ellas y ellos son las mariposas de Ecuador”, dijo Miriam Ernst luego de mencionar algunas cifras que las violencias ha marcado en los últimos años: más de 600 femicidios entre 2014 y 2018, los miles de casos de violencia física, psicológica, sexual y patrimonial; las cerca de 3 300 denuncias por violencia sexual en el sistema educativo.
Ernst, consejera del Pleno del Consejo Protección de Derechos, fue la encargada de liderar el diálogo en esta fase del Acuerdo Nacional que plantea el Gobierno, en distintas áreas. A la cita acudieron representantes de ONG's y fundaciones, de ministerios y subsecretarías, deportistas y artistas.
El vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner abrió el diálogo. Dijo que el acuerdo se basa en el respeto y se refirió a la situación que afrontó Julio César Trujillo, por ahora hospitalizado por un grave diagnóstico. "Ayer decía un discurso, en relación a la violencia que sufrió un destacado ecuatoriano, el doctor Trujillo: aquí nosotros respetamos las canas y vamos a hacer que se respeten”, dijo.
El acuerdo se proyecta al 2030. Seis representantes de la sociedad civil se sentaron alrededor de una mesa para hablar sobre cómo sería el país con el que sueñan hasta ese año.
Para Aída Quintero, líder de la Confederación de Mujeres Negras del Ecuador, dentro de diez años se acabará la discriminación. “Todos tendremos las mismas oportunidades sin que haya clases sociales”.
Con ella coincidió Walter Benigno, integrante de una asociación de personas con discapacidad del cantón Durán (Guayas). “Que no nos discriminen; que respeten nuestros derechos”.
En cambio el venezolano Ronald Borges habló de la situación de los migrantes. “Esperamos que haya atención integral, acceso a derechos y un protocolo de atención claro”, enfatizó el coordinador del programa Un techo para el camino de Hogar de Cristo.
La ministra de Inclusión Económica y Social, Berenice Cordero, explicó que el acuerdo se basa en tres ejes: la prevención, a través de la corresponsabilidad entre los actores de la familia y la sociedad; lograr una mayor eficacia de los sistemas locales de protección de derechos, que por ahora operan en 144 cantones; y la especialización de los operadores de justicia para mejorar el acceso de las víctimas y frenar la impunidad.
Los artistas Orlyny Vallejo y Joel Arias graficaron cada una de las propuestas de este jueves en una pizarra. Con marcadores dieron vida a las palabras de los panelistas.
Martha Changó, líder del pueblo salasaca, propuso un Estado libre de violencia, donde se respete a las mujeres. “Aún vivimos en un Estado de desigualdades, aunque la Constitución dice que somos un país intercultural”. También pidió el apoyo a los emprendimientos de las mujeres que viven en las zonas rurales, como impulso para que puedan lograr la independencia.
La voz de Diana Maldonado, vicepresidenta de la Organización Ecuatoriana de Mujeres Lesbianas, pidió implementar una política pública para reducir la violencia contra la población Glbti. También recordó que desde hace más de seis años luchan por el matrimonio civil igualitario.
Al final, Daniela Meza arrancó aplausos. La joven de 16 años, representante del movimiento Por ser niña, expresó que sueña con una vida libre de violencia. “No queremos que niñas dejen sus estudios por el embarazo adolescente, que cambien sus cuadernos por pañaleras”.
Esta fue la primera reunión y restan 17 mesas de diálogo. La ministra planteó que en junio darán un primero reporte.