Fernando Godoy, técnico de Despacho, en el hemocentro de la Cruz Roja ubicado en Calderón. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
El número de donaciones de sangre en el país no es suficiente para cubrir las necesidades del Sistema Nacional de Salud. Para que un país posea un acceso oportuno a la sangre, al menos un 2% de la población debe ser donante según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Pero en el Ecuador la cifra llega al 1,42%, según el Ministerio de Salud Pública (MSP) hasta el 2013. Un año antes, el porcentaje fue de 1,41% de los más de 13 millones de ecuatorianos, según datos publicados por el INEC.
Durante 12 horas, Fernando (nombre protegido) estuvo entre la vida y la muerte hace casi seis meses. El abogado, que no quiere ser identificado, perdió al menos 37 pintas de sangre y sus familiares tuvieron que comprarlas fuera de la clínica privada donde lo intervinieron.
El paciente asegura que en ese centro les informaron que no contaban con la cantidad que él requería para su emergencia. Gastó en las pintas más de USD 3 000.
Sin embargo, Luis Medina, un paciente que ingresó al Hospital Eugenio Espejo en diciembre pasado, con una hemorragia, no canceló ningún valor por las siete pintas que requirió para sus transfusiones.
Pero, ¿por qué esta diferencia? Las pintas que requieren los pacientes del Sistema Público de Salud son costeadas por el Estado. En cambio, cuando una persona está en una clínica privada debe comprar la sangre.
Además, a esto debe sumarse la cantidad del fluido que se requiere para cada caso. Mónica Pesántez, gerenta general del Hemocentro Nacional de la Cruz Roja Ecuatoriana, explica que la demanda de sangre es proporcional a la cobertura de salud y está relacionada con el crecimiento de la población y con la especialidad.
La sangre y sus componentes se almacenan en los hospitales para atender emergencias y necesidades. Los médicos al frente de cada caso son los encargados de solicitar el servicio de medicina transfuncional a los 21 bancos de sangre del país.
En el país, según datos de la Cruz Roja, se reciben 112 355 donantes en sus siete bancos de sangre. El Ministerio de Salud reportó en el 2013 un total de 224 745 donantes.
Para que una persona pueda donar sangre debe tener más de 17 años y menos de 65, pesar más de 50 kilos, no haberse sometido a cirugías mayores en el último año, no haberse realizado tatuajes ni piercings en el último año, entre otros requisitos de forma.
Como beneficio de la donación voluntaria repetitiva, la persona tiene derecho a cinco productos sanguíneos para ella o sus hijos menores de 17 años.
Pero si hay donantes voluntarios gratuitos ¿por qué la sangre cuesta cuando se realiza una transfusión?, se cuestionó Fernando mientras estuvo 15 días hospitalizado.
Carlos Burneo, coordinador de la Red de Servicios de Sangre en el Hemocentro Nacional, explica que el fluido, tanto de los voluntarios como de los donantes que acuden por emergencias, debe pasar por un proceso de pruebas y separaciones de los tres componentes sanguíneos: glóbulos rojos, plasma y plaquetas. El procedimiento es costoso y obliga a que se le ponga un valor.
La sangre para el sector público tiene un costo de USD 52,53 por cada componente. Esto lo paga el Estado cuando se trata de hospitales públicos. Mientras que para el sector privado los glóbulos rojos tienen un valor de USD 85, las plaquetas USD 27 y el plasma USD 20.
Pesántez sostiene que el Ministerio de Salud estandarizó los precios para el sector público para llevar una mejor contabilidad.
Además, Elizabeth Barona, coordinadora del Programa Nacional de Sangre de la Cartera de Salud, explica que se mantienen controles permanentemente para evitar los cobros exagerados de la sangre cuando se la compre en centros privados y sobrepase el costo definido en los lugares estatales. Esto, porque algunos hospitales y clínicas tienen sus propios bancos de sangre.
El Ministerio destina USD 600 000 mensuales para cubrir la demanda de las pintas de sangre a escala nacional en sus centros estatales.
Según Barona, se gestionará una red de servicios en el país que contará con 13 centros de colecta, 4 de colecta y distribución y 13 unidades móviles. Está previsto que este proyecto se complete hasta el próximo año.
Esta mejora tiene como objetivo captar más donantes voluntarios. De esta forma se espera que se supere el 2% requerido para cubrir la demanda, sobre todo de los tipos de sangre más escasos.
El 75% de la población es ORh+, el 14% es A+, el 7% B+, el 0,5% AB+ y el 3,5% todos los negativos. La sangre más difícil de conseguir es la AB−. Por ello, la Cruz Roja y el MSP quieren crear una base de datos en la que se identifique a las personas que pueden ser consideradas como posibles donantes de los grupos sanguíneos de menores porcentajes, esto facilitará el acceso.