El virus herpes (HHV-6A) se transmite mediante la saliva y puede contagiarse al besar. Foto Referencial: Pexels
Por mucho tiempo fue un misterio. Mujeres de todo el mundo no podían tener hijos y la comunidad científica no encontraba una razón.
En el mes de julio de 2016, una investigación realizada por la Universidad de Ferrara, Italia, detectó que una infección transmitida a través de la saliva sería la culpable. Los investigadores lo denominaron el “virus del beso“.
Los científicos analizaron a un grupo de 30 mujeres infértiles y, a su vez, a 36 fértiles, como grupo de control. Descubrieron que el 43% de las que poseían problemas para quedar embarazadas estaban infectadas con este tipo de herpes (HHV-6A), que además es responsable de diferentes enfermedades eruptivas durante los primeros años de la infancia, como la rosácea, y está implicado -en distintos niveles- en otras afecciones como neumonitis, miocarditis, enfermedad hepática y trastornos inmunitarios.
El virus se transmite mediante la saliva y puede contagiarse tanto al besar como al compartir cubiertos, vasos o hasta la bombilla del mate.
Los científicos comenzaron buscando la presencia de distintos tipos de virus en el aparato reproductor femenino. Entre los procedimientos se encontraron las extracciones de sangre y otras evaluaciones, como “aspiraciones” en el endometrio para medir marcadores de posibles virus.
Como resultado del ensayo, encontraron que el 43% de aquellas mujeres cuya infertilidad no era explicable presentaba el virus HHV-6A en las células de la pared del útero. En contrapartida, analizaron a un grupo de control compuesto por mujeres fértiles y en ninguna de estas detectaron el virus.
“Se trata de un hallazgo preliminar que puede ser importante para entender y tratar algunas situaciones de infertilidad no resueltas. Conocer las causas es el primer paso para el abordaje terapéutico.
Si logramos establecer definitivamente que este virus es la causa de infertilidad en este porcentaje de mujeres, estaremos un paso más cerca de desarrollar un tratamiento específico que resuelva o prevenga la afección“, explicó la doctora Ester Polak de Fried, médica especialista en Fertilidad y Directora del Centro Especializado en Reproducción (CER).
Este herpes fue descubierto en 1986 y si bien no existe una medicación específica para combatirlo, se sabe que es sensible a los tratamientos contra un grupo de virus similares genéticamente, llamados citomegalovirus (CMV).
Los investigadores explicaron que el virus desencadenaría una serie de reacciones que afectan los niveles de un tipo de células -las NK, Natural Killers- que desempeñan un rol fundamental en la interacción entre el embrión y el útero materno en el momento de la implantación.
Los científicos observaron un nivel elevado de citoquinas, unas proteínas que tienen un papel preponderante en la concepción, y de la hormona estradiol, lo que podría estar potenciando la infección.
“Por ser el grupo de estudio relativamente acotado y tratarse de un primer acercamiento a la temática, debemos esperar nuevas investigaciones antes de atribuir con certeza la causa de infertilidad al virus HHV-6A, pero como primera conclusión no deja de ser un hallazgo y sería muy importante que se sigan destinando recursos y tiempo a esta línea de investigación, ya que podría ayudar y facilitar el camino de muchas parejas que están en la búsqueda del embarazo”, finalizó la Dra. Polak.