La primera hamburguesa del mundo de carne vacuna creada en un laboratorio “debutó” hoy en Londres, como parte de un proyecto que intenta poner fin a la escasez mundial de alimentos y reducir el grave impacto ambiental por la producción cárnica.
Científicos de Holanda tomaron células de una vaca y en un centro de la Universidad de Maastricht (Holanda) las transformaron en tiras de tejido muscular, las cuales fueron utilizadas para la producción de la hamburguesa presentada este lunes el la capital británica.
Los investigadores indicaron que la innovadora tecnología puede ser una forma sustentable de cubrir la creciente demanda mundial de carne.
Sin embargo, los críticos al plan sostienen que comer menos carne es la forma más fácil y efectiva de combatir la escasez de alimentos.
Sergey Brin, co-fundador del sitio Google, fue identificado hoy como la persona que financió el proyecto.
Por su parte, el profesor Mark Post, investigador y director del departamento de Fisiología Vascular de la Universidad de Maastricht y que encabezó la investigación, declaró en una conferencia de prensa en Londres que la hamburguesa fue creada a partir de decenas de miles de millones de células creadas en el laboratorio.
La BBC accedió al centro donde se creó la carne, en un proyecto que costó 215 000 libras esterlinas (unos 330 000 dólares).
“Hemos logrado crear la primera hamburguesa de laboratorio en el mundo, y lo hemos hecho porque la producción de ganado no es buena para el medio ambiente, porque no se va a poder cubrir la creciente demanda mundial de alimentos y porque esta demanda no es buena para los animales”, afirmó Post.
El proyecto es una continuación de un estudio que se inició en el año 2004 para producir tejido muscular a partir de las células madre del músculo de vacas generalmente, aunque también se puede emplear de cerdos o pollos para cultivarlas “in vitro” . La investigación que fue financiada con dos millones de euros por el gobierno holandés concluyó en 2009 con resultados tangibles: los investigadores fueron capaces de cultivar en placas de Petri tiras de tejido muscular de cerdo de un centímetro de ancho por 2,5 centímetros de largo.
En ese sentido, la profesora Tara Garnett, jefa de la Red de Investigaciones para Políticas Alimenticias de la Universidad de Oxford (Inglaterra) , afirmó que las autoridades mundiales deben buscar más allá de las soluciones tecnológicas.
“Tenemos una situación en la que 1 400 millones de personas en el mundo son obesas y sufren de sobrepeso, y al mismo tiempo 1 000 millones de personas mundialmente pasan hambre”, sostuvo la experta.
“Es bizarro e inaceptable. Las soluciones no son sólo producir más comida, sino cambiar los sistemas de abastecimiento, acceso y precios para que no sólo haya más comida a los que más la necesitan, sino de mejor calidad”, agregó.
Al compararse el impacto ambiental de producción de carne vacuna a través de métodos convencionales y por laboratorio, un estudio independiente indicó que este último utiliza 45% menos energía que la producción normal de carne a nivel mundial.
También produce 96% menos gases de invernadero (Co2) y requiere un 99% menos de tierra.
Josh Schonwald, uno de quienes probó la hamburguesa de laboratorio, declaró que el mundo está llegando a una situación “límite” por escasez de alimentos.
En un comunicado dado a conocer hoy, el grupo Personas por el Tratamiento Etico de Animales (PETA) sostuvo que la carne creada en el laboratorio “pondrá fin a los camiones cargados de vacas y pollos, mataderos y granjas industriales, reducirá las emisiones de dióxido de carbono, conservará agua y hará que la cadena de abastecimiento cárnica sea más segura”.