Covid-19 amenaza a comunidades de la selva amazónica

Visita médica a personas enfermas en Megalco, Brasil.

La pandemia está diezmando a las comunidades indígenas de América Latina, blanco perfecto del coronavirus por sus precarias defensas ante enfermedades y la desatención estatal.
El anuncio de la muerte por covid-19 del cacique brasileño Paulinho Paiakan, un emblemático defensor de la Amazonía, puso cara a la tragedia que asola a muchos de los 420 pueblos originarios que viven en la cuenca amazónica. Su fallecimiento en un hospital de Redenção es uno más de los cerca de 300 que enlutan a 100 comunidades, según la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB), quintuplicando las muertes del 2019.
Es una pérdida crucial para la vigilancia de la selva, un año después de los incendios que arrasaron enormes extensiones de este pulmón planetario.
La APIB acusa al Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro de no haber “hecho nada” para contener el avance del virus en las aldeas, donde viven 750 000 nativos y que registran al menos 5 360 contagios.
Las cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hablan de al menos 20 000 indígenas infectados en la cuenca del río Amazonas, que atraviesa Brasil, Perú, Colombia, Bolivia, Ecuador, Venezuela, Guyana y Surinam.
“Estos grupos viven tanto en aldeas aisladas con acceso mínimo a servicios sanitarios como en ciudades densamente pobladas como Manaos (en Brasil), Iquitos (en Perú) o Leticia (en Colombia)”, detalló su directora, Clarissa Etienne.
En la frontera Brasil-Venezuela se asientan los yanomamis, cuyas tierras sufren la ocupación de unos 20 000 mineros ilegales o ‘garimpeiros’, según Survival International.
Pese a las campañas para evitar que los indígenas se trasladen hacia los centros urbanos, en algunos casos quienes los exponen al virus son invasores como los ‘garimpeiros’, o quienes trabajan en explotaciones madereras o agropecuarias.
Con una diadema de plumas, collares de colmillos sobre su torso desnudo y un tapabocas quirúrgico, Remberto Cahuamari, líder de la comunidad ticuna en El Progreso, en el departamento colombiano de Amazonas, teme que la pérdida de sus “abuelos” por la covid-19 les arrebate la sabiduría ancestral para transmitirla a las generaciones de relevo.
En Ecuador, la alarma por perder este conocimiento ancestral también está latente. El país registró pacientes y decesos por covid-19 en comunidades kichwa, waorani, seikopai, shuar, achuar, shiwiar y andwa, de acuerdo con la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Conaie).