Las autoridades brasileñas cancelaron el registro de las prótesis mamarias de la marca holandesa Rofil, la segunda prohibida en el país después de la francesa PIP, acusada de usar material de calidad inferior, informó la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA).
Anvisa identificó que la fabricación de las prótesis Rofil “fue tercerizada a la empresa PIP, que admitió haber utilizado silicona industrial”, de calidad inferior a la médica, informó en un comunicado la autoridad sanitaria.
Un portavoz de Anvisa había confirmado la víspera a la AFP que la agencia sanitaria había recibido reclamaciones de usuarias de las prótesis Rofil y que había abierto una investigación del caso.
Rofil cerró puertas en 2010, igual que PIP, tras las denuncias del uso de material inferior, pero el registro (autorización de comercialización) de la misma seguía vigente en el mercado, y por tanto las prótesis remanentes todavía podían ser implantadas en pacientes.
Las prótesis Rofil obtuvieron su primer registro en Brasil en setiembre de 2001, a nombre de diferentes empresas importadoras.
Las autoridades francesas recomendaron en diciembre a todas las pacientes con implantes mamarios de la marca PIP que los remuevan, lo que ha generado una alerta en todo el mundo, ya que ese fabricante francés fue acusado de utilizar una silicona de menor calidad, con mayor tendencia a la ruptura.
Anvisa estima que en Brasil fueron implantadas 25 000 protesis de la marca PIP, pero desconoce cuántas hay de M-Implants de Rofil.
En diciembre, las autoridades sanitarias brasileñas recomendaron a las portadoras de implantes PIP que consultaran a sus médicos para evaluar el estado de las mismas.
El presidente de la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica (SBCP), José Horacio Aboudib, informó que esta misma semana Brasil procederá a censar a las portadoras de prótesis mamarias, identificando la marca, causa del implante y caducidad, lo que permitirá controlar mejor eventuales lotes defectuosos o cualquier irregularidad.