La comunidad de Jatunyacu se localiza a 45 minutos del Tena. Foto: Cortesía Libros para la Selva
Lo que empezó como un paseo de tres amigas a la Amazonía se convirtió en un proyecto que busca construir una biblioteca para los niños de una comunidad.
Libros para la Selva es la campaña que se está difundiendo a través de redes sociales, con el objetivo de desarrollar la creatividad de los habitantes más pequeños de Jatunyacu.
Juliana Franco, una de las creadoras de la iniciativa, junto con Ana Kraft y Daniela Garzón, cuenta que la idea surgió en marzo. La comunidad kichwa, ubicada a 45 minutos de Tena, les llamó la atención por sus paisajes y, sobre todo, por la hospitalidad y amabilidad de las personas.
Durante su estadía permanecieron en la casa de ‘don Domingo’ y su hija Rubí. La vivencia, además de permitir que se sientan “en familia”, les ayudó a que poco a poco pudieran adentrarse cada vez más en la realidad del lugar.
Los niños de la zona se convirtieron en su mayor preocupación. Son alrededor de 200 pequeños quienes forman parte de la comunidad, cuyas edades oscilan entre 2 y 12 años, expresa Franco.
Aunque hay una escuela en el lugar, se dieron cuenta que les hace falta materiales para poder seguir con su educación. Después de varios días de estadía, cuando se despidieron prometieron regresar con una sorpresa, narra Franco. Una vez que regresaron de su viaje, empezaron a pensar formas de ayudar. Finalmente, se les ocurrió centrarse en los menores.
La idea es construir una biblioteca física con ‘palets’, para que todos los niños puedan acceder a los libros. Con la ayuda de uno de los miembros jóvenes de la comunidad, tomaron contacto con la escuela para reforzar la idea de que incentiven a los más pequeños a leer.
Durante esta semana, las tres creadoras de la iniciativa se dedicaron a recoger libros y otras donaciones para llevar mañana a la comunidad. Hasta ahora, la respuesta de las personas ha sido positiva, dice Franco, pero esperan que las personas se animen a seguir aportando con el proyecto educativo.
Mañana partirá un grupo para construir la biblioteca, pintar un mural y hacer la entrega oficial de los materiales a la población de Jatunyacu. Por eso, las donaciones se recibirán hasta hoy en Quito y Cumbayá.
Según Franco, esperan “que se arme algo más grande en el futuro”. Ahora están empezando con la construcción de la biblioteca, pero más adelante buscan que su iniciativa se convierta en un proyecto más amplio para incentivar la imaginación de los niños.
También están recibiendo otras donaciones, como pinturas, pañales, champú, jabones y productos que puedan ser útiles en la comunidad. Para Franco, este proyecto es una forma de dar a conocer los atributos de esta zona, mientras se fomenta la educación y se colabora con sus habitantes.
Las donaciones se pueden dejar en los locales de La Roots (ubicado en la Francisco Andrade Marín y Antonio Navarro, Quito) y UWI Cafetería y Tienda Orgánica (pasaje Carlos Andrade Marín y Francisco de Orellana, en el sector de Cumbayá). Lo donativos se recibirán en los horarios de atención de dichos centros.