Las pinturas del artista quiteño son un préstamo de España.
Forman parte de la colección temporal del Museo Nacional. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
Dos siglos. Ese fue el tiempo que tuvo que pasar para que dos obras emblemáticas del artista ecuatoriano Vicente Albán retornen al país. Las pinturas, que se exhiben desde el pasado fin de semana en el tercer piso del Museo Nacional del Ecuador (MuNa), llevan por título ‘India en traje de gala’ e ‘Indio principal de Quito con traje de gala’.
Estos cuadros, que son parte de una serie de seis pinturas realizadas con la técnica de óleo sobre lienzo, fueron enviados a España en 1783 y formaron parte de las colecciones del Museo de Ciencias Naturales de Madrid y de la Sección Etnográfica del Museo Arqueológico Nacional.
Actualmente, las pinturas, que fueron hechas bajo el pedido de botánico y geógrafo José Celestino Mutis, quien estuvo al frente de la Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, son parte del Museo de América de Madrid.
El proyecto de Mutis estuvo enfocado en la recolección de información sobre la flora de la región. Su intención era mostrarle a la corona española los réditos económicos que todavía le podía dar América a través de la extracción y comercialización de su flora.
Albán, un artista que formó parte de la Escuela Quiteña, no solo se interesó en retratar la exuberancia de la flora del país, sino también de sus pobladores y sus costumbres. Por esta razón, en los cuadros de esta serie aparecen personajes como la señora principal, la yapanga de Quito o el indio yumbo de Naymas.
Uno de los aspectos que más llama la atención de los cuadros que se exhiben en el MuNa es la descripción que Albán realiza de los elementos que forman parte de sus pinturas. En India en traje de gala, por ejemplo, se incluyen los siguientes ítems: a) india con traje de gala; b) india de campo con su paba real; c) árbol de aguacates y su fruta; d) árbol de chiguacanes con su fruta entera y partida; e) árbol de chamburos con su fruta entera y abierta; y f) namey con sus hojas y fruta abierta.
En estas pinturas las imágenes más grandes son las figuras de la india en traje principal y el del indio principal de Quito con traje de gala quienes aparecen en primer plano. En contraste entre las imágenes más pequeñas están la india y el indio de campo quienes aparecen en segundo plano.
Para Susan Rocha, directora del Museo Universitario de la Universidad Central, una de las lecturas que se puede dar a partir de la diferencia de dimensiones de estos elementos es que los indios del común no tenían los mismos privilegios que los indios caciques. Otro de los elementos que saltan a la vista es la cantidad de frutos desparramados al interior de estos cuadros.
Carmen Fernández Salvador, historiadora del arte y catedrática de la Universidad San Francisco de Quito, sostiene que no se debe olvidar que esta serie fue pintada para ser vista por un público extranjero que no estaba en con tacto directo con el paisaje local. Por eso, en los cuadros “se juega con la idea de exótico y lo exuberante. Albán tiene otros cuadros importantes, pero poco conocidos como el retrato que hizo de uno de los presidentes de la Real Audiencia de Quito que está en el museo del Santuario de El Quinche”.
A criterio de Rocha, esta idea de exuberancia presente en el proyecto de Mutis también buscaba potenciar al pensamiento Ilustrado no solo relacionado a la promoción de la libertad o la igualdad, sino también al desarrollo económico.
En el MuNa, los cuadros de Albán son una especie de bisagra entre la época colonial y el paso al arte del siglo XIX y XX. Su presencia da cuenta de la incorporación de los relatos de la vida social al nuevo discurso museológico y museográfico de este repositorio de la memoria.
Salvador cuenta que en ese contexto se está gestionando que para que el próximo año vengan al país ‘Los mulatos de Esmeraldas’ del artista Andrés Sánchez Gallque, una obra que se exhibe en el Museo de América, pero que es parte de la colección del Museo del Prado.
Las obras de Albán se exhibirán en el MuNa durante 90 días antes de retornar al Museo de América. El público puede visitar el museo de martes a domingo desde las 09:00 hasta las 18:00. El acceso es libre.