En la comuna Chigüilpe se desarrolló un agasajo navideño para los estudiantes y niños que viven en el sector. Foto Juan Carlos Pérez para EL COMERCIO
Los niños de las siete comunas de Santo Domingo de los Tsáchilas participaron en un agasajo navideño organizado en las escuelas interculturales o en los centros comunales.
En esos festejos, que se realizaron entre el 20 y el 24 de diciembre del 2019, se entregaron fundas de caramelos, juguetes y se realizó la elección de la Princesita de Navidad. Además, los estudiantes prepararon obras teatrales, coreografías navideñas, juegos ancestrales y otros.
También se realizaron representaciones del nacimiento de Jesús. Los niños vistieron túnicas y entonaron villancicos. Otros pequeños se disfrazaron de duendes de Navidad, elfos, Papá Noel, hadas y otros.
Los padres de familia prepararon comida típica tsáchila, como el ayampaco de pescado o pollo asado con plátano.
La gobernadora Diana Aguavil señaló que estas fiestas se realizan cada año para que los comuneros compartan y se integren. En la antigüedad, esta fecha no era celebrada, pero que tras la evangelización se volvió una costumbre. Hasta hace 40 años no se hacían fiestas ni pesebres en las comunidades. Las iglesias eran pequeñas cabañas, donde los misioneros dominicos les leían la Biblia y les enseñaban oraciones.
Tras la cantonización de Santo Domingo se construyeron iglesias de cemento. Dos de estas – en las comunas Otongo Mapalí y Chigüilpe – fueron decoradas con murales e imágenes de Jesús y de la Virgen María, vestidos con la indumentaria típica tsáchila.
En la comuna Chigüilpe se hizo este año un pesebre en la iglesia Cristo Luz del Mundo. Ahí el Niño Dios fue vestido con el manpe tsanpá, que es una falda de rayas blancas y negras con la que se visten los hombres nativos.
En esa comuna también se agasajó a los niños antes de conmemorar el último día de la novena, que fue el lunes.
El acto se desarrolló en la casa comunal y asistieron autoridades, como el asambleísta tsáchila Ángel Gende.
Él afirmó que el lema de la Navidad que se transmite a los niños de las comunas es que se sientan orgullosos de su historia, costumbres y tradiciones de la nacionalidad. Además, dio un mensaje de confraternidad y solidaridad. “Se hacen juegos para que los niños aprendan a compartir y a valorar a sus amigos y familia”.
Las novenas y programas festivos de las comunas se hacen en español y en tsa’fiki, el idioma nativo tsáchila.
Incluso, se han traducido oraciones, salmos y villancicos a este idioma. El 24 de diciembre a la medianoche se tenía previsto realizar la Misa del Gallo. Esta es una tradición de la Iglesia Católica, que consiste en desarrollar una eucaristía para conmemorar el nacimiento del Niño Dios.
Según la leyenda, se llama Misa del Gallo, porque tras el nacimiento de Jesús, un gallo cantó y los feligreses tratan de escenificar en la eucaristía los minutos previos al nacimiento de Jesús, en el pesebre.
Por eso, los tsáchilas se esmeran en que la iglesia esté adornada y que los niños asistan vestidos con su indumentaria típica. “Es un día en el que rendimos un homenaje a Dios, la Virgen María y a Jesús. Por eso, todo debe ser bonito y nuestros niños deben mostrar respeto y amor hacia Dios”, señaló Juana Calazacón, de la comuna Chigüilpe.