Sorpresa: Plutón no tiene cráteres

La sonda espacial New Horizons, lanzada por la NASA en 2006, alcanzó este martes 14 de julio su menor distancia de Plutón- exactamente 12 430 km- en un vuelo histórico para obtener más información más sobre el planeta enano.

La sonda espacial New Horizons, lanzada por la NASA en 2006, alcanzó este martes 14 de julio su menor distancia de Plutón- exactamente 12 430 km- en un vuelo histórico para obtener más información más sobre el planeta enano.

El avistamiento de la superficie del último planeta de nuestro sistema solar ha levantado el debate en torno al futuro de las exploraciones espaciales. Foto: NASA.

No han pasado más días de los que se puedan contar con los dedos de una mano y, sin embargo, New Horizons causa ya revuelo en la comunidad científica internacional con los datos proporcionados de su viaje a Plutón.

Esta ha sido catalogada como una de las misiones más exitosas de los últimos años de la NASA, en cuanto está abriendo el conocimiento en torno a la frontera del Sistema Solar donde se creía que nada pasaba pero, al parecer, suceden muchos fenómenos.

Para varios científicos, cuando se inició el viaje a Plutón, en el 2006, este lucía como uno de los caprichos de la NASA por conquistar recónditos lugares. Nueve y medio años después, la realidad es distinta. Como lo dice el astrofísico ecuatoriano Fernando Montenegro: “New Horizons ha mostrado la cara oculta del universo próximo; aquel donde están guardadas las respuestas a muchas de las interrogantes sobre el origen de nuestro Sistema Solar”.

Entre aquellas se encuentra el tema de la actividad de los cuerpos celestes en zonas alejadas. Así, por ejemplo, las primeras mediciones hechas por New Horizons son la base para especular que el escape atmosférico de Plutón es de 500 toneladas por hora debido a los vientos solares.

Esto produce, según lo mostró Fran Bagenal en una rueda de prensa realizada este viernes 17 de julio con el resto de integrantes de la misión, que el planeta ‘enano’ (cuya clasificación como tal se ha puesto nuevamente en discusión) se mueva por el espacio dejando tras de sí una estela de gases (principalmente nitrógeno). Algo similar a lo que sucede con los cometas.

A ello se suma uno de los descubrimientos más fascinantes realizados en este viaje a la zona del Cinturón de Kuiper: Plutón continúa moldeando su superficie.

Al parecer, Plutón presenta, en una primera inspección, dos tipos de superficies. Una es montañosa y aparentemente compuesta por un material muy similar al hielo, el cual bajo estas condiciones se comporta como una roca, lo que permitiría dar forma a este tipo de geografía.

Una segunda, y como se aprecia en la región denominada Sputnik Planum, es más lisa y con claros signos de atravesar por una etapa de erosión de su suelo. Es por ello que los científicos de la NASA han determinado que estas zonas se encuentran en una etapa de actividad geológica.

Para Montenegro, a estos hallazgos vale añadir uno muy peculiar: la falta de cráteres en la superficie plutoniana. Esta es, a su criterio, la sorpresa de la exploración porque se esperaba que un cuerpo celeste ubicado en el límite del Cinturón —donde prácticamente están los residuos de la creación del Sistema Solar— tenga una superficie similar a la Luna, con cráteres por doquier. Mas la realidad muestra a un mundo diseñado por procesos internos, más que por factores externos como meteoritos.

Es este el interés que despierta Plutón entre los astrónomos. El planeta tiene un comportamiento particular que, en parte, se debe a su gélida estructura. Para comprobarlo, habrá que esperar un período aproximado de 16 meses, cuando todos los sensores a bordo de New Horizons hayan enviado el material a la Tierra.

Por lo pronto, durante esta primera semana, se ha trabajado con un 2% de datos que han permitido determinar elementos como el color de la superficie (rojiza, como lata oxidada). En las próximas semanas se espera que se llegue a delinear detalles como la órbita de los satélites naturales que posee.

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