Grupos familiares organizan la fiesta de la Mama Negra

Los loantes son los encargados de llevar a la Mama Negra por las calles de Latacunga. Fotos: Fabián Maisanche / EL COMERCIO.

Los loantes son los encargados de llevar a la Mama Negra por las calles de Latacunga. Fotos: Fabián Maisanche / EL COMERCIO.

Los loantes son los encargados de llevar a la Mama Negra por las calles de Latacunga. Fotos: Fabián Maisanche / EL COMERCIO.

Familias organizaron el tradicional desfile de la Mama Negra, que se realizó desde el fin de semana. Estos representan a los comerciantes o vivanderas del mercado Pichincha y a la Asociación de Devotos y Donantes de la Virgen de La Merced.

Los preparativos de la festividad comenzaron en mayo. Desde ese mes se realizaron las jochas (invitaciones) a vecinos, amigos e instituciones para que participen en los dos días de la celebración.

Rodrigo Vizuete, Paúl Pérez y Andrés Quevedo organizaron a los comerciantes del mercado Pichincha. Ellos confirmaron la participación de las familias que representan a la Mama Negra, al Ángel de la Estrella, el Capitán, el Rey Moro, el Embajador y el Abanderado.

Además de contar con 19 comparsas, 19 bandas musicales y ocho ashangas (ofrendas con flores y comida) recibieron aportes económicos para armar los arreglos, recuerdos y para otros gastos.

Las primas de los Quevedo vestían de cholas y llevaban los pañolones para la Mama Negra, quien lucía un pañuelo distinto cada dos cuadras. “Cada uno de los personajes debe ser devoto y tener una fe inquebrantable hacia nuestra Madre”, aseguró Vizuete.

El grupo que representó a las familias de comerciantes de hortalizas, cárnicos, frutas, tubérculos, abarrotes y legumbres contó con danzas, loeros, yumbos y ashangas. Los bailarines se movían al ritmo de las bandas de pueblo.

Marisol Mayo Quevedo y su hijo Danny Meneses son los encargados de dar el Ángel de la Estrella. Este año fue representado por su prima Naomi Mayo. La pequeña vestía un impecable vestido, zapatos y alas de color blanco. Los negros loantes la paseaban en el desfile en un corcel café, para que saludara a los visitantes. “Para la fiesta entregamos al angelito. Esta tradición la llevamos por 40 años desde que mi abuelita se ofreció a dar el personaje”, indicó Mayo.

Mientras la banda de pueblo alegraba con sus ritmos a los visitantes apostados en las calles y en la explanada del convento de la orden Mercedaria, se ubicó el altar a la ‘Patrona de Latacunga’. Allí, los personajes de la fiesta de la Santísima Tragedia le rindieron un homenaje.

El primero en saludar a la Virgen fue Fabián Mogro, que representó al Capitán. Este cargo lo ostenta por 10 años consecutivos. Vestido con una chaqueta verde con botones dorados se arrodilló ante la imagen religiosa.
“Madre santísima, venimos a rendirte honores por las bendiciones que derramas en nuestra familia y en la ciudad. Permítenos celebrar tu cuidado con alegría”, indicó Mogro.

El solemne acto fue observado por familiares, amigos y vecinos. Ellos se apostaron en las bancas de piedra y en los ingresos de la iglesia. Vestían de huacos, cholas, yumbos y otros personajes.

“La familia que se encuentra en Quito y otras ciudades colaboran con su presencia o entregando donativos para dar de comer a los asistentes”, dijo Mónica Rodríguez.

En la Asociación de Devotos y Donantes de la Virgen de La Merced hubo 50 comparsas, 52 bandas y 40 ashangas. Cada año los integrantes de la asociación se turnan para encabezar el desfile.

Este año estuvo a cargo de la familia Chacón-Molina. Luis Chacón representó al personaje principal de la Mama Negra. “La fiesta de septiembre es la expresión propia de las raíces ancestrales”, dijo Chacón.

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