La exactriz porno, Mia Khalifa, habló de su pasado en una entrevista. Foto: Instagram @miakhalifa
La exactriz del cine para adultos, Mia Khalifa, ofreció una entrevista para la cadena de noticias BBC. En ella, la joven de 26 años habló sobre cómo se involucró en la industria cuando apenas tenía 21 años.
Khalifa de origen árabe alcanzó la fama cuando apareció en un video de contenido sexual portando un hiyab. Una prenda, utilizada por mujeres musulmanas para cubrir su cabello y su cuello. La filmación causó tal controversia que incluso llevó a la actriz a recibir amenazas de muerte por parte de simpatizantes del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
La joven continúa con cientos de archivos de su antiguo trabajo en el buscador de Google, cosa que no la hace sentir orgullosa después de haber abandonado la industria hace cinco años. Y por ese motivo decidió hablar abiertamente de su pasado.
La mujer cuenta que después de abandonar el cine para adultos su cuenta de Instagram fue hackeada por seguidores del EI para publicar propaganda. Instagram la eliminó. Un año más tarde de ese hecho decidió abrirse un nuevo perfil y ahora es influencer.
Al ser consultada sobre los miles de archivos y enlaces que aparecen al buscarla en Google, ella dice que ha intentado eliminarlo “incluso a través de acciones legales, pero la compañía no escucha. Y les hemos hecho innumerables propuestas”.
Mia Khalifa cuenta que ingresó en la industria de la pornografía luego de perder peso cuando realizaba sus estudios en la universidad. Según sus palabras, antes tenía sobrepeso y su autoestima no era buena. Una vez que se volvió esbelta, se operó los senos y llamaba la atención de los hombres. “Y después de sentir cómo era esa validación y los cumplidos, no quería que eso acabara”.
Fue entonces cuando un chico en la calle se le acercó y le dijo: “Eres hermosa ¿te gustaría modelar un poco? Sabes, tienes un gran cuerpo y creo que serías genial para modelar”, recuerda Khalifa. Y fue así como se involucró con la industria. La primera vez que acudió a los estudios de filmación en Miami realizó todo el papeleo del contrato y en la segunda ocasión que fue filmó una película.
Khalifa siente que se aprovecharon de ella y de su edad, porque no contaba con las herramientas para identificar que la estaban manipulando. Aunque reconoce que tomó sus propias decisiones y asume al 100% la responsabilidad de haber aceptado la propuesta.
Por un total de seis videos recibió USD 12 000. Sin embargo los productores se enriquecieron con los millones de dólares generados por la aparición de la joven de origen árabe en la industria. Ella no obtuvo regalías, ni ningún tipo de recompensa por su popularidad, asegura.
Su vida cambió al empezar a grabar películas de contenido sexual. La mujer cuenta que luego de unos días de que empezará a circular el video en el que aparece con el hiyab, en Twitter colocaron una foto suya sobre la de una persona decapitada y “dijeron algo de que sería la próxima”, cuenta.
La exestrella reconoce que su familia desconocía a lo que se dedicaba cuando tenía 21 y en cuanto se enteró recibió rechazo. “Quería hacerlo como mi pequeño y sucio secreto, pero me explotó en la cara”, concluye.