A pocas semanas del Día de Difuntos, cuatro catrinas se subieron a las tablas del Teatro Escena 1, ubicado en sector de la Real Audiencia, al norte de Quito. Desde allí, y con su estilo drag queen, son las protagonistas de ‘Las Katrinas’, una pieza cuya historia y música invitan a recordar a quienes ya partieron y valorar a los que todavía están en el mundo terrenal.
Pablo Gallegos, director de la obra, trabajó por más de tres meses en el montaje de este espectáculo de aproximadamente 80 minutos. Para él, ‘Las Katrinas’ es un ejercicio introspectivo en el cual se cuestiona sobre su pasado, presente y futuro.
La idea de esta obra empezó tras una reflexión sobre la identidad ecuatoriana y cómo esta se ha ido diluyendo por fenómenos como la globalización y la migración. En medio de ello, Pablo Gallegos encontró que la tradición mexicana de las catrinas se ha ido adentrando poco a poco en la cultura ecuatoriana.
Frente a esto, su idea era clara: mostrar en Quito a estos personajes en un formato drag queen, pero para regresar progresivamente a la tradición ecuatoriana. Y para ello, la fórmula fue tan sencilla como compleja, dando vida a seres como Kruz Veneno para que se ponga en los huesos de una catrina que indague en las raíces ecuatorianas. Ya sea con una blusa bordada al estilo de las comunidades de la Sierra, o bien con una colada morada y una guagua de pan, detrás de todo esto se intenta rememorar ese pasado que sigue latiendo, por ejemplo,s a través de la gastronomía.
Junto con esta apuesta por la identidad, existe otro subtexto muy presente en la obra: la necesidad de recordar. Las canciones, actuaciones y diálogos de esta pieza apuntan hacia esa memoria de quienes se han ido, pero se pone especial énfasis a aprovechar a quienes siguen presentes.
En esta línea, temas como Amor Eterno, de Juan Gabriel, son como ese recordatorio de que es importante celebrar a los vivos antes de que se conviertan en seres eternos.
Uno de los aciertos en el montaje de esta obra es la mezcla de nostalgia con comedia. Mientras se encuentra en el escenario, Kruz Veneno se convierte en una catrina que guía alegremente a los espectadores hacia ese inframundo donde cada drag queen tiene una historia por cantar.
La obra se presenta hasta finales de octubre del 2022 en Teatro Escena 1, ubicado en Quito, en las calles Real Audiencia y Porfirio Romero.
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