El jurado calificó a las candidatas por su desenvolvimiento escénico, el atuendo y su conocimiento cultural. Foto: Lineida castillo / EL COMERCIO
La Chola Cuencana es la mujer portadora de saberes ancestrales, cultura, historia e identidad. Por esa razón, en las fiestas cívicas cada una de las 21 parroquias rurales del cantón Cuenca elige a su representante.
El domingo pasado lo hizo Ricaurte, como parte de los festejos por los 109 años de parroquialización. En una velada artística-cultural, las seis candidatas mostraron las costumbres y tradiciones ancestrales que mantienen las familias.
Ricaurte es una de las parroquias más grandes del cantón y está ubicada a 15 minutos del centro de la capital azuaya. De acuerdo con los registros históricos fue un asentamiento cañari, cuyas actividades agrícolas y artesanales de las familias perduran hasta la actualidad.
Su principal plato típico es el cuy con papas. Todo ese potencial fue resaltado por las seis aspirantes en sus presentaciones con danzas folclóricas y recreaciones de las costumbres más importantes como la cosecha, la minga y la pambamesa.
En la Plaza Central de Ricaurte se desarrolló este espectáculo. Hubo una masiva asistencia de ciudadanos para apoyar a sus candidatas con pancartas, globos y serpentinas. En la pasarela, cada una usó elementos típicos, principalmente alimentos.
Todas vistieron con elegancia el colorido atuendo típico de la Chola Cuencana: pollera roja ricamente bordada en la parte baja. También, la macana bordada con el escudo del Ecuador, la blusa blanca de encajes, sombrero de paja toquilla y zapatillas.
Paola Jaramillo -candidata del barrio El Ejecutivo- sabe por sus abuelos que durante la colonización, la Chola y el Cholo fueron el fruto de la unión de un mestizo con un indígena. “Estaban por debajo de los españoles y eran intermediarios entre el patrón y los sirvientes”.
En la casa del patrón, la Chola y el Cholo hacían el papel de amos de llaves, cuidaban la casa, hacían las compras en el mercado, cocinaban y cuidaba a los hijos, convirtiéndose en un miembro más del hogar. Eso fue recreado por las candidatas en sus danzas.
Kerly Carchi, de 16 años, representó al barrio La Y. Antes de su participación buscó más información sobre la Chola Cuencana y encontró que el traje emblemático tuvo su origen a partir del año 1600. “Al principio la pollera era utilizada solo por la mujer blanca”.
Pero la distinción social, económica y cultural de las familias impuso cambios en su uso. Así, con el paso del tiempo, la pollera se convirtió en el atuendo típico de la mujer campesina “y la vestimos a diario en cualquier actividad”, comentó Carchi.
Las otras candidatas –con danzas folclóricas– representaron a las lavanderas del río Tomebamba, los juegos pirotécnicos, la devoción por el patrón San Carlos y la capacidad artesanal de su gente. Al final, Kerly Carchi fue elegida Chola Ricaurtense 2019.
Antes de esta elección se cumplió el desfile cívico-cultural con las candidatas y la participación de los barrios, centros educativos, comunidades, organizaciones sociales, asociaciones de productores, artesanos e instituciones públicas y privadas.
Hubo carros alegóricos y danzas folclóricas. Las canciones tradicionales, como Chola Cuencana, Por eso te quiero Cuenca, En el Tomebamba, entre otras, sonaron con cada una de las delegaciones participantes. Para Mayra Ñauta, presidenta de la Junta Parroquial, este aporte enriquece la cultura cuencana.
El domingo pasado, de forma paralela, se desarrolló el Festival del Cuy, que reunió a más de 50 puestos en el parque central. En esta parroquia, la mayoría de las familias se dedica a la crianza de este animal y hay asociaciones de criaderos que abastecen a los restaurantes de comida típica y a los mercados.
María Contreras ofreció el cuy acompañado de mote pillo, llapingachos, ají de pepa de sambo y chicha de jora. Su puesto casi siempre estuvo repleto de clientes y solo el domingo vendió más de 50 cuyes.
“Ricaurte tiene una larga tradición en el cuy asado y por el exquisito sabor de la carne, los cuencanos nos prefieren”, señaló Contreras.
Pero también se ofrecieron otros platos típicos como el caldo de gallina criolla, el pollo asado, el mote casado, los dulces elaborados con frutas de temporada como manzanas y peras, entre otros. La jornada cultural se cerró a la medianoche, con un espectáculo artístico y baile popular.