Las doulas apoyan a las mamás antes, durante y después del parto

Las doulas Rebeca Báez (der.) y Liliana Ruales (izq.)  ayudan a una madre a relajarse antes de su primer parto. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

Las doulas Rebeca Báez (der.) y Liliana Ruales (izq.) ayudan a una madre a relajarse antes de su primer parto. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO

A medida que la madre apretaba su mano durante el parto, “en mí se sujetaba la certeza de que acompañar es lo mío”, explica María Isabel Yánez. Hace 13 años tuvo a su primera hija, pero cada vez que asiste a una madre en su parto, esta emoción se repite.

Después de su embarazo, decidió convertirse en doula. Este término griego, que significa ‘sierva’, es utilizado en la actualidad para referirse a quienes dan un apoyo emocional y físico a otras mujeres durante la etapa del embarazo, el parto y después del nacimiento.

Con base en su experiencia, María Isabel quería transmitir a otras mujeres la importancia de este momento y que sepan que tienen opciones para elegir de qué manera quieren que este se desarrolle.

Esto le llevó a formar la Red de Doulas Ecuador en el 2013, para continuar asistiendo a madres en partos más humanizados y también en diferentes hospitales del país. Actualmente, 15 mujeres integran este grupo.

“La forma de nacer puede cambiar el mundo”, asegura Rebeca Báez, quien asiste partos desde hace 13 años. Para ella lo primordial es que se respete el ritmo de la madre, en un ambiente amigable, con la presencia de una doula que promueva que la labor “sea más suave, más corta y más natural”, e incluso, es una forma en la que se pueden evitar las cesáreas, aunque si es un procedimiento necesario, ellas también están junto a las madres.

Lograr que las mujeres se ‘empoderen’ es una de sus principales metas, explica Paola Soliz, refiriéndose a su labor que es el de promover que las personas tengan un mayor contacto con su embarazo y puedan decidir de qué forma quieren que se dé su parto.

Las doulas ayudan a la madre a crear un plan para que ella pueda ser la ‘protagonista’ de ese momento, decida qué tipo de parto desea, lo consulte con el médico y se realice de la forma en la que ella decidió, independientemente de las complicaciones que puedan presentarse en ese momento.

Al tener las herramientas emocionales para poder controlar su dolor y perder el miedo a esta situación, las mujeres pueden disfrutar del momento sin que se convierte en una situación traumática.

Ella forma parte de la Asociación de Mujeres Doulas del Ecuador y del último grupo de doulas certificadas que obtuvieron su título en agosto de este año. Desde hace un año y medio la clínica La Primavera junto con la organización Dou­la Caribe Internacional proporciona estos certificados.

Los requisitos incluyen seguir un curso de 120 horas y asistir a tres partos acompañadas de una doula con experiencia. Hasta el momento existen 42 doulas certificadas por la clínica y en febrero se gradúa la cuarta promoción. Pero, oficialmente, según la página web de la Red Mundial de Doulas, en el país solo 14 ­mujeres están certificadas.

Soliz se desempeñaba como psicóloga especializada en la niñez y adolescencia. “Siempre trabajé ya desde la crisis”, explica, pero lo importante es enfocarse desde el punto positivo, que es el contacto que tiene la mamá con su bebé cuando todavía se encuentra dentro de su barriga. Esto determina que en el futuro el niño tenga la suficiente seguridad para que pueda emprender sus proyectos.

Gabriela Alarcón, ginecóloga y obstetra, afirma que el trabajo de las doulas no interfiere de ninguna forma con la labor de los médicos durante el parto, ya que, por el contrario, es un beneficio para aquellas mujeres que por varias razones no tienen un familiar que esté junto a ellas durante estos momentos.

Además, el acompañamiento posparto es de gran ayuda porque la visita a la ginecóloga “queda relegada al consultorio”, por lo que es importante la presencia de las doulas en las situaciones cotidianas.

“La lactancia es el proceso por el cual las primerizas más acuden a ellas”, explica Yánez. Si el bebé estuvo en una termocuna, se puede producir una dificultad en el proceso de vinculación con la madre. Es por esto que se va generando de nuevo un apego y se le guía en cómo debe continuar con el proceso.

A nivel emocional el apoyo también es necesario, ya que muchas veces las mujeres pasan por períodos de depresión posparto o se empiezan a sentir impotentes en el cuidado.

A través de la crianza con apego se pretende que haya una comprensión que lo que hagan desde la gestación influye en el nuevo ser.

Código de ética

La doula promoverá la salud general de las mujeres y sus bebés, y siempre que sea posible, la de su familia y amigos también.

No interfiere con la dirección clínica más allá de sugerencias basadas en su conocimiento del plan de parto de la madre.

No proporciona el cuidado clínico como la presión arterial, temperatura o comprobaciones de tono fetales del corazón.

Hará disposiciones de respaldo con otras doulas si está enferma o no está disponible para el parto.

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