José Miguel Salem, director fundador de Danzasjazz, junto a fotografías de sus primeros montajes. Foto: Enrique Pesantes/ EL COMERCIO.
Claudia Camposano encarna a Steffy, la protagonista del musical ‘Una noche en Broadway’, apuesta de la compañía guayaquileña Danzasjazz para celebrar 30 años de historia produciendo espectáculos de teatro musical en Ecuador.
Steffy es una joven periodista, comodín de la sala de redacción de un diario local, a quien una noche le encargan un reportaje urgente sobre la historia del teatro musical en la ciudad, una tarea que la ocupará hasta pasada la medianoche.
La actriz guayaquileña, quien naturaliza la comedia en sus gestos y entonación, llamaba la atención sobre la escucha y los tonos de los parlamentos en un ensayo reciente dirigido por José Miguel Salem, fundador del grupo y quien ha actuado y dirigido decenas de musicales –hasta dos por año- desde hace tres décadas.
Camposano cuenta que a medida que su personaje se documenta irán sucediendo en escena fragmentos de una decena de grandes musicales, obras montadas por Danzasjazz, incluso piezas originales de la compañía como ‘Latinos’, un Romeo y Julieta latinoamericano.
La imaginación de la protagonista la trasladará a ese universo de canto, de baile y de fantasía, al que entrará incluso con los personajes que la rodean en la redacción: Ricardo Granizo, por ejemplo, el conserje hablador de la oficina, o Vanesa Ortiz, la madre de Steffy en esta obra.
‘Una noche en Broadway’ fue también el título del primer musical que José Miguel Salem dirigió el 17 de agosto de 1988, tras cursar estudios en Danza y Teatro Musical en Estados Unidos, pero una obra distinta al actual montaje. Era un encadenamiento de fragmentos de obras que ahora le avergonzaría presentar al director, pero que fue un éxito en un Guayaquil en el que el musical era una completa novedad, dice.
Salem, bailarín y director guayaquileño de teatro musical, fue pionero en varios sentidos. “Ni siquiera se tomaba en consideración el género en esa época en la ciudad, había ballet clásico, danzas españolas y folclóricas, hasta ópera unos años atrás, pero no había teatro musical ni jazz como estilo de baile”, contó el director, que desde el 2005 dejó de actuar y ha preferido estar tras bastidores.
En las fotos en blanco y negro exhibidas en la academia de Danzasjazz, de Urdesa, constan en esas primeras obras bailarinas adolescentes como Yesenea Mendoza, Carla Sala y Pamela Hidalgo, quienes se ganaron un nombre en el panorama artístico y más tarde abrirían sus propias academias.
Tras las primeras cuatro obras estrenadas y por insistencia de su familia, Salem abrió una academia en 1990, donde comenzó a dar clases con su hermana Patricia y sus bailarinas se convirtieron a su vez en profesoras. Hoy, Danzasjazz tiene cinco escuelas que sirven como semillero del jazz y la danza teatral.
“Yo no quería poner una escuela, yo solo quería ser director de teatro musical y bailar”, dice el director, quien sintió desde niño fascinación por el género, pasión que se ahondó tras asistir a los 13 años a ver el ‘Mago de Oz’ en Nueva York.
En tres décadas pasaron por las obras de Danzasjazz actores y comediantes como David Reinoso y Francisco Pinoargotti, que en el inicio de sus carreras actuaron en ‘Grease’ (1996). La cantante Nicole Rubira protagonizó ‘High School Musical’ (2007), otro de los grandes éxitos de la compañía en Guayaquil, Quito y Cuenca.
“Hubiera muerto en paz a los 24 años, tras estrenar ‘Una noche en Broadway’ -dice Salem-, era lo que más deseaba. Estos 30 años han sido añadidura de satisfacción, pues también hubo obras que fueron fracasos económicos pero que me encantó hacer”.