En la parroquia de Imantag, en Cotacachi, se aplica un plan de conservación y protección de cuencas. Foto: Francisco Espinoza para EL COMERCIO
La loma del Muyu Urku, una de las elevaciones de la parroquia Imantag, en Cotacachi (Imbabura), reverdeció en los últimos tres años.
Anteriormente, era víctima de incendios forestales, provocados por campesinos que tenían la creencia de que el humo que llegaba al cielo atraería las lluvias para las siembras.
Los comuneros, que en la mayoría se autoidentifican como kichwas, denominan a este sitio como Loma Negra, debido a las machas oscuras de ceniza que se impregnaban en la tierra tras el paso de las llamas por la vegetación, comenta Miguel Ramos, líder de la parroquia.
El sitio también es conocido como Cruz Loma, por el ícono religioso de cuatro metros de alto, que sobresale en la cima. Ahí, los shamanes de este pueblo, durante la Semana Santa, realizan un ritual de veneración a esta elevación a la que consideran mística.
Con la implementación del proyecto de Restauración Forestal con Fines de Conservación Ambiental y Protección de Cuencas Hídricas Imantag Sembrando Vida, en este lugar se plantaron árboles de especies nativas como aliso, arrayán, pumamaqui, laurel de cera, que ahora superan el metro de altura.
En Loma Negra florecen asteraceas, lagas, bomarea, shanshi y más. A las tareas ambientales de la Junta Parroquial de Imantag se sumaron los operarios de restauración forestal de Piñán. Foto: Cortesía: Junta parroquial de Imantag
Unas 39,19 hectáreas de las 957 restauradas en Imantag, bajo un convenio con el Ministerio del Ambiente, están en Loma Negra. Luego se sumó la Prefectura de Imbabura.
Desde este lugar, en un día despejado, se puede observar los complejos lacustres de Yahuarcocha y San Pablo y las urbes vecinas como Atuntaqui, Ibarra y Otavalo.
En la reforestación se involucró a los vecinos de las ocho comunas. El objetivo es sensibilizarlos en la recuperación, protección y conservación de las áreas que han sido degradadas, explica Gloria Cruz, responsable del proyecto.
Este plan forestal también incluyó a las 21 vertientes de Imantag, que garantizan agua para el consumo humano y para el riego. Algunas de estas fuentes son consideradas sagradas por los indígenas de la zona. Una de ellas está en la parcialidad de Quitubí, donde se realiza el baño ritual para la celebración de la Fiesta del Sol o Inti Raymi. Se encuentra en un área de 10 hectáreas de uso comunal destinadas a la conservación.
A estas actividades de reforestación ahora también se han sumado los planteles educativos de la zona, que al igual que los habitantes locales, realizan labores en mingas.
En el último trabajo comunitario, que se hizo a inicios de mayo último, una treintena de estudiantes de la Unidad del Milenio Sumak Yachana Huasi sembraron plantas nativas en el sector de Conejo Pamba, en la localidad de El Morlán.
Gloria Cruz, ingeniera en Recursos Naturales Renovables de profesión, explica que con el Proyecto Imantag Sembrando Vida además han trabajado bajo la práctica conocida como enriquecimiento forestal.
Se han sembrado árboles en linderos, cortinas rompevientos, en cerca vivas y sombras para el ganado, en propiedades agrícolas de la zona.
Esta última técnica permite mejorar la calidad del pasto porque, por ejemplo, hay especies como la acacia que adiciona nitrógeno al suelo, señala Walter Espín, administrador de la Hacienda La María. “A futuro lo que se busca es reducir la cantidad de nutrientes químicos, que se emplea para mantener los pastizales”, dice.
Otra de las acciones implementadas es la regeneración natural asistida. En el Bosque Protector Peribuela se ha innovado con pequeñas intervenciones con mantenimiento y deshierbe de los macizos. También se hizo la georreferenciación de las 343, 13 hectáreas.
El territorio de Imantag propicia el desarrollo de una flora y fauna variada. En la zona se puede avistar torcasas, huirac churos, jilgueros andinos, mirlos. Con suerte también conejos, venados y lobos.
Además, hay algunos procesos de agrobiodiversidad, que se fomenta en todo el cantón Cotacachi, que trabajan en el rescate de semillas andinas. El objetivo es asegurar la alimentación de la población principalmente de la zona rural.
Trabajo:
Agricultura, silvicutura y manufacturas están entre las principales actividades económicas de la zona.
Clima frío:
La temperatura. La zona posee rangos desde los 4 °C hasta los 16 °C, y se debe a la topografía.
Población en la zona:
En la parroquia de Imantag residen 5 405 personas. El 63% de habitantes es de menores de 30 años.
Etnia indígena:
La población que predomina en el sector es la indígena. El 82% se autoidentifica como kichwa.