Los coros religiosos ensayan para los concursos en las comunidades de Riobamba. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Las voces agudas y uniformes de las mujeres indígenas de Chimborazo nuevamente fueron protagonistas durante la Navidad. Iglesias cristianas, católicas y evangélicas organizaron concursos y recitales para escuchar a los coros femeninos de cada comunidad.
Los eventos se realizaron entre el 21 de diciembre, (cuando las comunidades indígenas festejaron también el inicio del Kapak Raymi), y el 26 de diciembre. Pequeñas ceremonias religiosas oficiadas por pastores y sacerdotes, quienes hablaron de la unidad de la comunidad, la solidaridad y el nacimiento de Jesucristo, acompañaron los festivales.
“Esperábamos con muchas ansias escuchar a los coros en los eventos especiales de la iglesia. Las integrantes se preparan mucho y hay algunos coros que incluso han grabado videos musicales y discos”, cuenta Pedro Asqui, pastor de la comunidad El Lirio.
La Navidad, las campañas evangélicas y las fiestas comunitarias son las ocasiones para escuchar a los coros, que están integrados por entre 20 y 32 mujeres de todas las edades.
“Las comunidades siempre han sido espirituales y los coros son una forma de expresión de esa espiritualidad. En las canciones ellos agradecen por el día, por la familia, las cosechas, los animales”.
Lo dice José Parco, investigador cultural y director de la Unidad Intercultural del Municipio de Riobamba.
Las canciones hablan también de la vida cotidiana, de las preocupaciones de las mujeres y las peticiones que hacen.
Esa entidad registró alrededor de 56 coros indígenas en las comunidades y parroquias de Riobamba. El Cabildo inició un proyecto para fortalecer estas agrupaciones religiosas y visibilizarlas en la ciudad.
El Proyecto se denomina Las Voces Kichwa. Se trata de un ensamble coral que unió a cerca de 150 cantantes de todas las parroquias.
Ellas se formaron durante dos años con profesores de canto y son acompañadas en sus presentaciones por la Orquesta Sinfónica de la ciudad.
“Ahora las cantantes tienen un nivel técnico más alto. Los profesores han logrado acoplar sus voces y les enseñaron a cantar en tonos uniformes”, cuenta Parco, quien también es el promotor del proyecto.
Muchas de las cantantes que participaron en los festivales comunitarios también forman parte de Las Voces Kichwa, por lo que las presentaciones de este año también generaron expectativas.
“Ellas siempre han inspirado con sus voces, pero ahora suenan aún mejor porque están más preparadas”, dice Asqui.
Este año, la meta para el coro es la grabación de su primer disco, que incluirá canciones inéditas. Además, espera continuar su gira por el país.
El coro ya se presentó en Quito y Ambato. Este año llegará a nuevos escenarios.