Un Controlador de Tránsito Aéreo del aeropuerto Mariscal Sucre de Quito está siendo investigado tras haber incumplido parte de su trabajo por “problemas de salud” que aún se desconocen. Así lo informó el pasado 24 de enero la Dirección General de Aviación Civial (DGAC) a través de un comunicado.
El técnico ATC o Controlador Aéreo que cumplía operaciones durante el incidente “ha sido separado de sus funciones sin perjuicio de que las investigaciones continúen.”, dijo la DGAC.
Para entender mejor a este trabajo y por qué es tan importante, este Diario conversó con uno de los Controladores de Tránsito Aéreo en funciones de la Torre de Control del Aeropuerto Mariscal Sucre. Por los hechos suscitados y que son de conocimiento público, esta persona prefirió no hacer pública su identidad.
“Somos los ojos en el aire para un piloto“, dijo. Según la Dirección de Aviación Civil, la función del Controlador de Tránsito Aéreo (ATC) es tomar el control del movimiento aéreo. Durante este trabajo, deben comunicarse con los pilotos de las distintas aeronaves (ya sea en español o en inglés) para autorizar o denegar las maniobras que se ejecutarán en tierra, es decir, el despegue o el aterrizaje.
Diego Dávila, piloto comercial con más de 10 años de experiencia, indica que “si no existieran los Controladores Aéreos, simplemente no pudiéramos hacer un vuelo”. Son los encargados de brindar la autorización desde el encendido de motores hasta el nivel de vuelo en el que debería estar una aeronave.
Para ejercer esta profesión la página web de la Dirección de Aviación Civil afirma que se requieren “aptitudes cognitivas muy concretas“. Ser Controlador de Tránsito Aéreo requiere de preparación y mucha atención.
“No podemos equivocarnos, si lo hacemos podríamos ocasionar un accidente muy grave, por eso somos los encargados de que las aeronaves puedan entrar y salir seguras de la pista.”, afirmó la fuente.
Entre las actividades más importantes que desempeña un Técnico ATC están: resolver conflictos de circulación entre aeronaves, secuenciar el tránsito aéreo; generar, analizar y decidir respecto de cualquier mensaje que sea de utilidad para la aviación, asumir el impacto que se produce por los cambios meteorológicos, evaluar situaciones operacionales, entre otros.
“Debemos tomar decisiones bajo mucha presión y actuar de manera correcta y concisa en un tiempo corto. Por ejemplo, hay veces que tengo que estar hablando por teléfono y al mismo tiempo debo estar controlando. Mientras hablas debes escuchar lo que te dicen por el otro lado de tu oreja”, dijo a EL COMERCIO el controlador anónimo.
La actividad que ejercen estos profesionales es sumamente agotadora. Así lo califica la Dirección de Aviación Civil. Esa es una de las razones por las cuales sus turnos de trabajo suelen tener más de dos horas de receso.
Con respecto a este punto, el controlador agregó que “no puedes poner en riesgo la seguridad de un avión solo porque tomaste mal una decisión. (…) Piensas en muchísimas cosas antes de decir aprobado, negativo o mantega, pero debes actuar rápido”.
Se considera uno de los trabajos más estresantes del mundo y debido a ello, su estado de ánimo puede afectar a su desempeño. La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) recomienda que se debe acudir a trabajar con el descanso apropiado y no tener ninguna preocupación en mente. “Por ejemplo, hoy en mi casa tuve un mal día, me peleé con mi esposa o con mis hijos… Por lo general, yo debería pedir ese día libre para no ir a trabajar. Ese tipo de bajones o peleas podrían hacer que en mi trabajo tome malas decisiones o no esté 100% concentrado”, resumió el Controlador.
“Nosotros los pilotos tenemos una visibilidad muy limitada, en cambio los controladores lo ven todo. (…) Entonces nosotros hacemos caso a lo que nos dicen los controladores y si ellos fallan podría ser una catástrofe” afirmó el piloto comercial, Diego Dávila.
Por otro lado, para llegar a ser Controlador de Tránsito Aéreo es necesario aprobar un curso académico organizado por la DGAC en conjunto con la Escuela Técnica de Aviación Civil (ETAC), que se abre para el público cuando la entidad así lo requiera. Una vez se haya aprobado el curso, tanto en la parte teórica como el simulador en la parte práctica, podrá ser asignado a cumplir las tareas que se le asignen.
Si algún accidente llegara a pasar, los Controladores del Tránsito Aéreo son los principales responsables. Bajo su mando recae la seguridad de miles de personas, así como las decisiones más importantes para que se efectúen las maniobras correctas.