Las fibras naturales dieron vida a Sisay que en quechua significa florecer. El taller funciona desde hace seis años y en su local se elaboran distintos objetos decorativos con estos materiales, especialmente con abacá, plátano y ramio.
Vinicio Pástor, uno de los gestores del taller, explica que el proceso de manufacturación se inicia con el traslado de los materiales. “Son plantas que se dan en la zona de Santo Domingo de los Tsáchilas. Se traen los troncos y aquí se desfibran”.
El plátano también es muy resistente y asimismo es de uso exclusivo. Una de las ventajas de este material es que se tienen reservas ya que el país es exportador de esta planta, añade Pástor.
El siguiente paso, después del desfibrado, es el lavado del material. Del campo viene en una especie de moños por lo que se debe cortar y limpiar para dejarlo listo para el tinte. Fernando Vaca, otro de los socios de Sisay, es el encargado de manejar los procesos químicos. El color se elige de acuerdo al objeto que se va a realizar. Hay tonos chocolate, blanco, turquesa… o los que el cliente seleccione.
“Los tintes también son naturales. Procuramos que todos nuestros métodos sean totalmente ecológicos”, dice Pástor.
Ya con el color, las fibras pasan a la zona de los tejidos. Para darles forma se utilizan objetos como pelotas. El trabajo es totalmente artesanal.
En cuanto a los precios, se ajustan a la exclusividad y al tamaño de los artículos pero, aclara Pástor, la ventaja es que somos los fabricantes y hacemos todo el proceso. Por ejemplo hay artículos para el hogar cuyos precios van desde los USD 2 hasta los USD 8. También se fabrican lazos con hojas de caucho conocidas como hojas esquelitizadas. Son ecológicos y pueden reemplazar a los de plástico.
Esta fibra se diferencia de la cabuya además de por su resistencia porque es menos contaminante. El abacá nos da una blancura inigualable.
La encargada del diseño es Alegría González. Junto a sus hijas esboza los objetos que luego se elaboran, a veces, en serie. “Los productos son biodegradables. Por ejemplo, algunos de los muñecos tienen como ojitos pepas de alelí. Lo que se evita es usar el plástico. En el taller trabajan cuatro personas”.
Si requiere mayor información puede llamar al 207 2706.