Loja está formada por cuatro parroquias que se extienden de norte a sur, porque la topografía así lo permite.
Al igual que otras ciudades del país, Loja no nació como una ciudad planificada. Sin embargo, las construcciones inmobiliarias siguen su curso. Nuevas casas en todos los estilos se observan en el norte. Es una zona considerada residencial por sus formas y estilos. Acoge creaciones de profesional que han puesto sus estilos a disposición de los usuarios.
Judith Ortega, gerenta de la Inmobiliaria Cobijos, dijo que su empresa ha logrado colocar sus inmuebles en diferentes puntos de la ciudad. Sin embargo, en el sector norte están las obras más grandes y de mayor plusvalía.
Las ventajas del norte lojano para el crecimiento inmobiliario de buena calidad son varias.
Primero, explica Ortega, la infraestructura y la estructura. En este rubro, por ejemplo, el colector de aguas servidas no ha sufrido saturación. Eso permite conectarse de buena manera y cumplir con este servicio básico.
Las vías y calles en buen estado también son otra ventaja que ofrece ese sector de la ciudad. El buen equipamiento urbano (centros comerciales, de gestión…) es otra.
La zona sur es un espacio por consolidar. Actualmente no son posibles muchas edificaciones de gran alcance, a pesar de las bondades de los suelos.
¿La razón? La escasez de obras básicas como alcantarillado, agua potable y luz eléctrica.
A pesar del crecimiento inmobiliario en el norte y los obstáculos que posee el sur de Loja, la construcción en sí misma tiene limitaciones entre ellas está la aprobación de la documentación para construcción en el Municipio. “Lleva mucho tiempo y tenemos que buscar el financiamiento para solventar gastos entre año o año y medio”.
La falta de financiamiento para la construcción, es otro punto. La plusvalía de los terrenos no permite entregar viviendas de bajos costos o populares, afirma Ortega. “Y como en Loja no existe el criterio societario, se restringe construir de forma masiva”.
Un motor eran las remesas extranjeras, porque el inmigrante que pedía una casa entregaba una cuota por adelantado y permitía iniciar la construcción.
Ahora la principal fuente son los créditos que entrega el Biess, pero las promotoras necesitan capital, porque las casas deben estar terminadas para que el Biess apruebe los créditos.
Para Ortega el Municipio tiene que mirar al futuro y proyectarse con un programa que permita solventar estas necesidades.