Un cuadro mal colocado le resta belleza a la decoración. Una pared decorada estéticamente de cuadros produce un impacto visual diferente.
Para lograr esos efectos es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos, según el maestro Carlos Hurtado.
Debe tomar en cuenta el motivo del cuadro, que debe entonar con el espacio donde se colocará. Se considera la arquitectura del ambiente: paredes, ventanas, puertas, altura del techo… Las tendencias actuales imponen la agrupación de cuadros, formando figuras geométricas. Puede crear composiciones de acuerdo con el tamaño de las paredes.
En los ambientes reducidos y angostos conviene colocar los cuadros verticalmente. De esta manera crea la ilusión óptica de un techo más alto y, por lo tanto, del espacio en su totalidad.
En espacios grandes y bien iluminados puede colocarlos horizontalmente. En pasillos largos y estrechos ponga cuadros en una hilera, que su proporción sea más alta que ancha y logrará acortarlo visualmente, explica Hurtado.
En las habitaciones amplias puede colgar un cuadro bien grande, especialmente si la decoración es clásica. Ubíquelo a la altura del observador. Por ejemplo, en la sala deben estar a la altura de la persona que se sienta al frente. Tome en consideración que el cuadro no sea más ancho que el mueble pegado a esa pared.
Cuando un cuadro es alto y angosto debe ser, por lo menos, del ancho de la mitad del mueble.
En cuanto a los marcos, color y motivos de la pintura, deben guardar estrecha relación con la decoración de la habitación.
El cuadro debe ser colocado entre 15 a 25 cm. sobre el mueble. Si por alguna razón debe dejar un espacio muy grande, llene el espacio con algún elemento.
Es mejor que coloque los cuadros pequeños en pares o grupos. Busque un arreglo simétrico si quiere crear un ambiente clásico o tienen cuadros similares en tamaño. Si quiere algo diferente, colóquelos asimétricamente.