Comer después de las 22:00 aumenta el riesgo de desarrollar obesidad, según un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Harvard difundido este viernes 14 de octubre de 2022.
El estudio fue publicado en la revista científica Cell Metabolism. En esta los científicos relacionaron el hecho de comer tarde con una desaceleración del metabolismo en las horas posteriores a la cena y evidenciaron un aumento del hambre durante la mañana siguiente.
Participaron en el estudio 16 voluntarios con sobrepeso u obesidad de entre 20 y 60 años. Se dividieron en dos grupos: los que necesitaban hacer su última comida del día a las 18:00 y los que tenían que cenar a las 22:00. Ambos ingirieron la misma comida ofrecida por los investigadores.
A lo largo del día, los voluntarios tomaron notas sobre el nivel de apetito y hambre que sentían. Además, los investigadores recolectaron datos sobre la temperatura corporal y el gasto de energía; y se hicieron muestras de sangre. Los científicos también controlaron los factores que podrían interferir con el estudio, como el ejercicio, el sueño y la exposición a la luz.
Experimento duró 12 semanas
Todos los voluntarios recibieron instrucciones de despertarse y acostarse a la misma hora durante las tres semanas previas al experimento que duró 12 semanas.
Los resultados mostraron que las personas que ingirieron su última comida a las 22:00 quemaron menos calorías al día siguiente y tuvieron una mayor producción de la hormona grelina, asociada al apetito en comparación con las que lo hicieron hasta las 18:00.
Según los investigadores, comer más tarde duplicó la sensación de hambre.
Los análisis de sangre también mostraron que los voluntarios que comieron más tarde tenían niveles más bajos de las sustancias químicas encargadas de regular la saciedad después de las comidas, como la hormona leptina.
Comer más tarde aumenta grasa corporal
“Durante el episodio de 16 horas de vigilia, la ingesta tardía redujo la leptina media en un 16% y aumentó la relación grelina-leptina en un 34%, lo que concuerda con la mayor probabilidad de tener hambre durante este período”, detallaron los autores en el estudio.
Los individuos que comieron más tarde quemaron calorías en forma más lenta y tuvieron un aumento de grasa. Según los investigadores, quienes comieron más tarde gastaron un 5,03% menos de calorías que aquellos que lo hicieron más temprano.
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