Este arte combina música y danza. Los movimientos ayudan a ganar elasticidad, flexibilidad y fuerza. Colaboración: CASA TOLEDO. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Juegos, danza y lucha. Eso es lo que reúne la capoeira Angola, considerada la madre de ese arte. A diferencia de la capoeira regional, donde sus movimientos se realizan en función del show y del espectáculo, en la Angola se busca que sean efectivos y que se adapten a las necesidades de todas las personas.
Es por eso que Eduardo Pastrana la recomienda a niños desde los 5 años hasta adultos mayores de 90. Con personas de la tercera edad, precisamente, trabajó en un proyecto de inclusión. ¿Los resultados? Personas con más ánimo, con mayor resistencia…
Y es que para practicar este arte no es un requisito ser atlético, grande y musculoso como usualmente se muestran las personas que representan a la capoeira regional. Aquí las personas mueven su cuerpo dependiendo de su fortaleza, elasticidad, resistencia… No existe un guión con movimientos específicos a seguir.
A una clase de capoeira Angola pueden asistir hombres y mujeres de diferentes edad, estatura, peso… Con el paso del tiempo y el desarrollo de movimientos se dará cuenta de las “cosas” que le hacen falta para desempeñarse con éxito en la clase. Ahí puede surgir la necesidad de implementar una dieta saludable, de fortalecer músculos, de salir a correr para ganar resistencia física, para potenciar al corazón… No se preocupe por la pérdida de peso ya que con cada participación quemará las calorías consumidas durante al día.
Reconocer las “cosas” que faltan potenciar es importante, ya que la capoeira Angola es un arte en el que se trabaja en conjunto, tal y como sucedía en aquellos años en los que los afros eran esclavos. Con ellos, precisamente, nació ese arte, que según Eduardo Pastrana era utilizado para jugar, danzar, sentirse libres “después de haber recibido tanto palo”.
En esa época la danza duraba el tiempo que “tenía que durar”, pero ahora una clase toma entre 60 y 90 minutos. En ese tiempo todos los cuerpos están en movimiento, ya sea tocando algún instrumento o ‘luchando’ con alguien más.
Al inicio, la capoeira Angola contaba solo con raíces de afrodescendientes, pero con el paso del tiempo la capoeira Angola incorporó nuevos ritmos, instrumentos musicales y se dio a conocer en todo el mundo.
De esa mixtura aparece la regional, que en sus inicios buscó reivindicar a las personas que lo practicaban, ya que en esa época, este arte fue rechazado por quienes se sentían superiores. En la capoeira Angola los movimientos son improvisados. Un cuerpo responde tras un juego con otro cuerpo que lo reta, que lo motiva a esforzarse, que lo obliga a entregar un poco más.