El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, presenta a ‘Watch’, el primer reloj inteligente de la firma de la manzana. Foto: EFE
Cuando Apple decidió irrumpir en el mercado de los relojes inteligentes tenía claro que debía crear un equipo revolucionario e innovador, pero que al mismo tiempo no absorbiera a su producto estrella: el iPhone. Este representa la mitad de sus ganancias anuales.
Por eso le apostó a la sincronización entre dispositivos, para hacerlos complementarios y no rivales. Esto es algo que sus competidores también han hecho. Especialmente Samsung, con su Smart TV, con sus teléfonos y sus relojes inteligentes.
De hecho es la tendencias que se marcó en la última feria tecnológica de Berlín, en donde se mostraron productos que convierten al teléfono en un centro de control de mandos para otros dispositivos.
Pero más allá del aspecto operativo, Apple ha reconocido que es también una estrategia de fidelidad, con sus clientes. Esto porque genera una dependencia para usar dispositivos de la misma marca.
Los primeros pasos para consolidar esa estrategia fue el desarrollo de aplicaciones exclusivas para Apple y que se pueden descargar solo de su tienda autorizada.
Las grandes empresas tecnológicas han apostado por unificar sus sistemas operativos para todas sus plataformas. Es el caso de Android, que lo comparten Sony, LG, Nokia y Samsung. Microsoft con Windows, que también tiene una versión para móviles y han logrado copar el mercado.
Con el lanzamiento del Apple Watch busca enfrentar a sus competidores. Para que los usuarios puedan aprovechar al 100% ese dispositivo el usuario debe tener un teléfono iPhone. El sistema de geolocalización satelital, por ejemplo, sirve siempre que esté conectado al wifi del teléfono, al igual que el buscador web Safari.
Con el Apple Watch, la firma de la manzana abrió un nuevo capítulo en su historia, pues por primera vez se involucró en un mercado que ha sido denominado como informática para vestir. Además, no había presentado un producto totalmente nuevo desde hace cuatro años, cuando el mundo conoció el iPad.
La compañía ya tenía la presión de sus competidores encima. Fabricantes de móviles como Samsung, LG, Sony y Motorola habían apostado ya por los relojes inteligentes antes. Y se han convertido en un segmento muy reñido.
“Un dispositivo que se lleva puesto es muy diferente a uno diseñado para estar sobre una mesa o dentro de un bolsillo”, dijo Tim Cook, director Ejecutivo de Apple, durante la presentación en Cupertino (California-EE.UU.). “El Apple Watch es el aparato más personal que hemos creado jamás”.
Incluso contrataron al reconocido diseñador Marc Newson para garantizar que el dispositivo combine tecnología de punta y estética.
El diseñador australiano trabajó antes en la creación de relojes y otras piezas para Ikepod y Jaeger Le-Coultre. Y es el inventor de los relojes dentro de los aviones.
En Apple, Newson le apostó a un reloj de forma rectangular, pero con puntas redondeadas. El Watch, que es el modelo básico, mide 42 mm y es de acero inoxidable. Una mezcla de los relojes tradicionales de esfera y los nuevos dispositivos de su competencia. Aunque a diferencia de los otros ‘Watch’, tiene mejores acabados.
Pero también tienen algunos limitantes que han provocado debate en las redes sociales. Por ejemplo, que el nuevo reloj no hace nada que en la actualidad no haga un teléfono inteligente. Su precio es más costoso que otros con funciones similares, como el de Samsung que cuesta aproximadamente USD 70 menos. Y algo más: el usuario deberá tener un iPhone 5 o un modelo superior para poder sincronizarlo y aprovecharlo. Esto sin contar que se deberá cargar a diario.
Los relojes inteligentes han sido reconocidos como la ‘estrella’ de la generación de tecnología para vestir. En Estados Unidos, los inversores de capital de riesgo invirtieron USD 280 millones el año pasado en tecnología de ese tipo con biosensores. Muy por encima de los USD 50 millones de 2011, según la compañía Rock Health, con sede en San Francisco.
Por su parte, la firma de investigación de mercado IDC prevé que se vendan más de 19 millones de dispositivos ponibles en 2014 y que haya 111,9 millones de artefactos en por lo menos cuatro años más.
Los relojes inteligentes no solo permiten ver la hora y tener la información de su celular. También se convierten en dispositivos para monitorear la salud. El Apple Watch utiliza un acelerómetro para medir los pasos y movimientos corporales. Además, un sensor de frecuencia cardíaca.
El iPhone 6 Plus es más grande y fino
El modelo más avanzado que tiene Apple en la actualidad es el iPhone 6 Plus. Desde el 19 de septiembre estará disponible en plata, oro y gris espacial. Incluye un chip A8 y una conexión con tecnología G LTE, que se está implementando en el Ecuador.
La cámara tiene 8 megapíxeles y funciona con el sistema operativo iOS8. Es el más grande, pero a la vez más fino teléfono de la marca. Mide 5,5 pulgadas y tiene un grosor de 0,71 cm. Para construir su pantalla, Apple invirtió en el desarrollo de nueva tecnología.
La hace resistente al agua, pero además las imágenes pueden verse en alta definición. Mantiene el sistema Multi-Touch que ha caracterizado a la empresa en todos sus productos y cuenta con una capacidad de almacenamiento instalada de 128 GB.
No olvide
Apple Watch. Está fabricado en acero inoxidable, con acero austenítico con un 2,8% de molibdeno. Se añadió una capa de carbono.
Apple Watch Sport. La colección de esta línea se diferencia por sus acabados y los materiales. La caja está fabricada con una aleación de aluminio y su pantalla es Ion-X.
Apple Watch Edition. Las cajas de este modelo son fabricadas en oro de 18 quilates. Su pantalla es de cristal de zafiro pulido.