El pilates contempla una serie de ejercicios que ayudan a fortalecer los músculos de la espalda. Las personas pueden practicarlo hasta cinco días a la semana. Foto: Ingimage
El teletrabajo y la teleeducación han hecho que más personas se quejen de dolores en la espalda y en las rodillas. Estos se producen, sobre todo, por una mala higiene postural y por el desgaste de cartílagos, respectivamente. En la aparición de este último influye la edad, el sobrepeso y obesidad. Sin embargo, no son razón para llevar una vida sedentaria.
El deportólogo Óscar Concha apunta que hay disciplinas que se adaptan a los requerimientos de cada persona. Pero todos, independiente de la molestia, pueden fortalecer sus músculos mientras caminan, nadan o pedalean sobre una bicicleta estática, ya que son actividades seguras.
El trabajo sobre bicicleta, por ejemplo, mejora la capacidad aeróbica, indispensable para lograr un sistema cardiovascular fuerte y para reducir los niveles de colesterol. “Así vas a lubricar la rodilla con el peso de tu propio cuerpo. Controlas la frecuencia, la cadencia y la potencia”, afirma el deportólogo Celio Romero.
A las personas con dolores en la espalda también se les sugiere cumplir con disciplinas como el yoga o métodos de entrenamiento como el pilates. Cada uno contempla una serie de movimientos que ayudan a fortalecer todos los músculos del cuerpo, incluidos los de la zona lumbar. Se debe tomar en cuenta que estar sentado en una misma posición por más de dos horas aumentaría el dolor.
A los hombres y mujeres con problemas en sus rodillas, en cambio, se les recomienda realizar ejercicio de fuerza para fortalecer los cuádriceps y femorales. Para lograr aquello pueden trabajar con bandas de resistencia.
La clave para evitar un aumento de dolor en esa parte del cuerpo consiste en descartar ejercicios con peso sobre los hombros y las sentadillas. Antes de incluirlas en el circuito de entrenamiento diario es necesario fortalecer para evitar un parón deportivo.
En ambos casos está prohibida la práctica de movimientos de alto impacto, como los ‘burpees’ o disciplinas como el trote. A las personas con molestias en la zona lumbar también les está vetado el levantamiento de pesas.
Para activar el resto del cuerpo puede recurrir a las planchas isométricas o a los movimientos tradicionales; debe realizarlos sentado sobre una silla estable, para proteger su espalda y sus rodillas.
El deportólogo Concha asegura que incluso una persona cuya articulación de la rodilla ha sido reemplazada (artroplastia) puede retomar su vida deportiva con ejercicios de bajo impacto. Con ello queda descartada la idea de que una persona con alguna dolencia en su cuerpo debe mantenerse en reposo por siempre.