Los indígenas tsáchilas de Santo Domingo ya revelan cómo se prepara la ayahuasca en rituales que antes eran muy secretos.
Las plantaciones de caña, un clima subtropical y los vestigios del pueblo Yumbo son la esencia de un nuevo recorrido que se difunde en pleno noroccidente de Pichincha.
La familia de Vicente Achanga y Clara Chango promueven el turismo comunitario en la comunidad indígena de Ukuy Wasi, en Pastaza.
La comunidad de Yunguilla, ubicada a 23 kilómetros de Quito por la vía Calacalí- La Independencia, cambió su modelo económico hacia uno sustentable, que determinó el cuidado del bosque nublado Quiteño.
Una ruta para descubrir el encanto de las comunidades indígenas de Cacha es el nuevo producto del Centro de Turismo Comunitario Pucará Tambo. El recorrido llega a seis comunidades de esa parroquia, situada a 20 minutos de Riobamba.
Sobre la proa de una canoa, un hombre viaja observando los atractivos del río Cayapas, mientras una mujer rema para llegar al pequeño puerto de la comunidad de Santa Rosa. A lo largo del afluente, mujeres indígenas lavan su ropa mientras las embarcaciones de madera se acercan a las casas.
La escalada en muros de piedra, el ciclismo por senderos naturales y las cabalgatas por los páramos son algunas de las nuevas ofertas turísticas que se promocionan en Guano. El Municipio impulsa estas actividades de aventura que se ofrecen en el cantón de Chimborazo para atraer un nuevo tipo de turistas, que les guste lo extremo y la naturaleza.
La riqueza cultural ecuatoriana es el atractivo principal que invita a experimentar en los proyectos de turismo comunitario que se desarrollan en el país. Cerca de Quito existen cinco propuestas que, además de ser económicas, permiten disfrutar de diversos paisajes naturales y también compartir junto a sus pobladores.
Para promocionar la riqueza cultural del Austro, cinco organizaciones comunitarias y de economía solidaria se juntaron y fundaron, el 2 de septiembre del 2005, en la parroquia rural azuaya de San Joaquín, la empresa Pakariñan. Su nombre se deriva de la combinación de las palabras kichwas pakarina y ñan, que en castellano se traducen como Camino del Amanecer.
Para exponer la cultura de los saraguros, ubicados en la sureña provincia de Loja, la Fundación Kawsay organiza desde hace 11 años varias rutas turísticas que permiten conocer el desarrollo de las comunidades del cantón que cuenta con cerca de 32 000 habitantes, de los cuales el 70% son indígenas.
Compartir la vida cotidiana de los comuneros, sus labores en las huertas, la cosecha de cereales y el tejido de prendas originarias en telares de cintura es el atractivo turístico más solicitado en Cacha, una parroquia indígena de Riobamba.
Imagínese llegar a una comunidad indígena de Los Andes ecuatorianos y que los habitantes de esta comunidad lo reciban con un banquete especial en su propia casa. El turismo comunitario ofrece este tipo de experiencias y busca que los turistas convivan con los miembros de la comunidad, formen parte de sus costumbres, tradiciones y se sientan parte de la misma.
Una alternativa diferente para los viajeros es el turismo comunitario, esta opción permite a los viajeros tener contacto con las comunidades que visitan, vivir sus tradiciones, conocer su cultura y sentir que forman parte del lugar. La comunidad de La Merced en Imbabura o La Moya en Chimborazo son grandes opciones para realizar turismo comunitario.
La marimba, los rituales y las costumbres de la nacionalidad indígena Tsáchila se convirtieron en un atractivo turístico. Están ubicados en Santo Domingo, en el occidente de Ecuador y viven en siete comunas. Allí se han levantado ocho centros comunitarios turísticos y culturales.
La lluvia registrada la noche del jueves 23 de enero permitió que broten las primeras flores amarillas de los guayacanes en las parroquias de Mangahurco, Bolaspamba y Cazaderos. Esos poblados están ubicados a cuatro horas de la capital lojana. Este encanto natural se puede observar en vivo en la página web www.amalavida.tv. La cámara para este monitoreo está ubicada en la parroquia Mangahurco. Allí, los técnicos del Ministerio de Turismo están pendientes de la señal en vivo que se emite a través de Internet. Osman Romero, presidente de la Junta parroquial de Mangahurco, dijo que la población se ha preparado desde octubre pasado para recibir a la masiva presencia de turistas. “Siempre hemos invitado a observar esta belleza natural. Sin embargo desde el 2012 se cristalizó el proyecto de mirar a Mangahurco como un destino turístico”.
Las casas rústicas, con diseños contemporáneos, han cambiado el panorama de San Clemente, situada al sur de Ibarra. Hasta hace cinco años en esta comunidad indígena, en donde habitan 780 personas, solo había casas cuadradas de adobe, recuerda Martha Pupiales, presidenta de esta localidad.
En el interior todos los espacios están integrados. Los troncos gruesos de eucalipto funcionan como columnas de las viviendas, que tienen uno o dos pisos. En muchas casas también hay muebles fijos elaborados con troncos y adornos en piedra. Sin embargo, también hay construcciones mixtas que han incluido las columnas de hormigón armado.