Desde hace 500 años, los tsáchilas desarrollaron roles específicos en sus comunas. Los hombres eran cazadores y chamanes; las mujeres realizaban artesanías y eran parteras.
El árbol del pambil tiene una diversidad de usos y aplicaciones en la cotidianidad de la nacionalidad Tsáchila. En la construcción, gastronomía, agricultura, artesanía y música, este madero se aprovecha gracias a su resistencia y sus bondades.
La fiesta del Kasama, de los tsáchilas de Santo Domingo, es la mayor celebración tradicional de esta nacionalidad indígena de la Costa. Su traducción en la lengua tsáfiki significa nuevo día o nuevo amanecer y este año se la celebrará con un enfoque que le apuesta más al turismo. En noviembre pasado cuando las cámaras de turismo del país se reunieron en la provincia tsáchila pactaron difundir esta efeméride ancestral.
El nuevo modelo de cabañas que se construye en el centro comunitario Seke Sonachum, de la nacionalidad Tsáchila, incorpora elementos que le dan un sentido mucho más ecológico y conservacionista.
Las marimbas y juegos didácticos son las herramientas principales para que los docentes de las escuelas de educación intercultural bilingüe enseñen la lengua materna de los tsáchilas: el tsa’fiki. Lo hacen a través de la campaña Guardianes de la Lengua, que se ejecuta a escala nacional desde este año.
Los rituales para terminar el año con ‘buenas vibras’ coparon la agenda de los chamanes de la nacionalidad tsáchila. Los baños con montes medicinales y limpias con pócimas se incrementan en diciembre de cada año en las siete comunas de la etnia. Personas de la Sierra y la Costa, incluso indígenas, acuden a los centros ceremoniales de los nativos de Santo Domingo para liberarse de las energías negativas.
La marimba, el bombo y el palo de lluvia son la esencia para las melodías autóctonas de la nacionalidad Tsáchila. Los tres instrumentos guardan una estrecha simetría por ser el resultado de árboles y troncos que hay en la selva de sus territorios.
El vegetalista Agusto Calazacón es el único historiador oral de la comuna Chigüilpe. Él pertenece a la cuarta generación de la dinastía Calazacón, que fue la familia más importante de la nacionalidad tsáchila por la riqueza de sus conocimientos ancestrales.
Durante mucho tiempo, el imaginario común y la costumbre identificaron como “indios colorados” a los miembros de la comunidad tsáchila, nombre real del grupo indígena asentado en el borde occidental de la cordillera de los Andes, donde comienza el litoral ecuatoriano.
El idioma de la nacionalidad Tsáchila intenta ser fortalecido en un escenario contradictorio.
El olor a pócima inundó la sala del Tribunal de Garantías Penales donde este 31 de marzo del 2015 fue sentenciado a prisión un miembro de la nacionalidad Tsáchila de Santo Domingo, en el occidente del Ecuador. El nativo fue declarado como culpable del presunto delito de tentativa de violación contra una menor de edad de esa etnia y condenado a cuatro años de prisión.
Con un Cristo vestido como tsáchila, esta nacionalidad busca preservar sus creencias a través del sincretismo religioso. Antes de la colonización y evangelización (1964), los tsáchilas veneraban a la diosa del río, llamada Mapia en el idioma nativo tsáfiki.
Cada mañana, Cesar Almeida corre por el centro de Santo Domingo, en el occidente de Ecuador. Lo hace desde hace tres años a las 05:00. Desde hace dos semanas ha notado que en los alrededores del Mercado Municipal, en pleno centro de la ciudad de la provincia Tsáchila, hay proliferación de roedores. “El primer día que los vi aceleré el paso, pero a medida que han pasado los días se ven más. Debí cambiar de ruta”.
Un camión llega cada semana a la comuna tsáchila Chigüilpe, en Santo Domingo. En ese vehículo se transporta plátano y yuca hacia Quito.
Las alcaldías de Santo Domingo y de Esmeraldas mejorarán el servicio de agua potable con dos préstamos otorgados por el Banco del Estado.
La cultura de los Tsáchilas ha puesto a disposición del canto la riqueza de su lengua: el tsáfiqui. El coro de niños y ancianos Libertad, de la Casa de la Cultura Núcleo Santo Domingo es el encargado de poner en marcha este plan. Once niños y 11 ancianos buscan que la ciudadanía se interese por su idioma de la etnia tsáchila. Y por medio de villancicos tradicionales impulsan su aprendizaje.
Redacción Santo Domingo Los perros que deambulan por las calles de Santo Domingo, en el occidente del Ecuador, cada vez son menos. Esto gracias a las iniciativas particulares de fundaciones sin fines de lucro que promueven campañas para retirarlos de las vías y reinsertarlos a nuevos hogares.