Personas de la Sierra y la Costa, incluso indígenas, acuden a los centros ceremoniales de los nativos de Santo Domingo para liberarse de las energías negativas. Foto: Juan Carlos Pérez
Los rituales para terminar el año con ‘buenas vibras’ coparon la agenda de los chamanes de la nacionalidad tsáchila. Los baños con montes medicinales y limpias con pócimas se incrementan en diciembre de cada año en las siete comunas de la etnia.
Personas de la Sierra y la Costa, incluso indígenas, acuden a los centros ceremoniales de los nativos de Santo Domingo para liberarse de las energías negativas.
Henry Aguavil, exgobernador tsáchila y practicante del chamanismo, afirma que los endulzamientos y baños a vapor, antes solo se practicaban entre los miembros de sus comunas.
Pero desde hace cinco años ganaron fama fuera de sus territorios por el ‘boca-oído’ que llevaron los primeros mestizos que los visitaron.
Mario C. es de Esmeraldas y el último fin de semana se hizo un baño ‘reforzado’ para culminar un propósito académico que tiene en marcha. Su amigo Luis M. lo incentivó tras su propia experiencia. Él logró ocupar una vacante en una institución luego de “confiarle todas sus esperanzas a un chamán tsáchila”. Llevaba más de tres años intentándolo.
Los rituales preparados específicamente para el último mes del año inician con un baño a vapor. En la tradición tsáchila cavan un hueco sobre el terreno de los bosques, donde colocan una olla con agua caliente en la que se hierven varias especies vegetales como el romero, paico, manzanilla… Luego, estas se aplican sobre el cuerpo de las personas en medio de rezos e invocaciones a dioses. Esta parte del ritual dura media hora.
Luego se procede con el endulzamiento, en el que el olor a canela se esparce en el entorno. Una sesión chamánica puede tomar entre dos y tres horas o dependiendo lo que el cliente pida. El costo es de USD 200 y 250. El gobernador tsáchila, Javier Aguavil, indica que el promedio de visitas en diciembre supera las 500 personas por comuna.
Por estos días, los tsáchilas van al bosque en busca de los productos que requieren para los baños tradicionales. Albertina Calazacón contrató a cinco personas de su comuna para poder atender el incremento de la clientela.
Estos rituales también se promocionan en las redes sociales. El que maneja la Empresa Comunitaria, Tolón Pelé, tiene previsto iniciar una difusión con promociones y descuentos especiales.
Calazacón asegura que la idea es que más personas conozcan las costumbres de las comunidades del sector a través de estas prácticas rituales.
También lo hacen para atraer turistas de todo el Ecuador. El boom chamánico navideño y de fin de año baja a partir del 23 de diciembre. Se calcula que cinco días antes del año nuevo las visitas decrecen en promedio un 6%.