Los dos tanques de gas están llenos. Aníbal Flores toma uno en cada mano, se los lleva al hombro y empieza el ascenso. Sube cinco pisos, entra a un departamento, pasa la sala, el comedor y llega a la cocina. Allí deposita con apuro los cilindros en el suelo.
Mientras algunas personas hacen filas en las paradas de buses para ir a sus casas y descansar, después de un día de trabajo o estudios, otras empiezan a laborar desde las primeras horas de la noche. Estos trabajadores nocturnos tienen horarios que finalizan a la madrugada e incluso son de 24 horas. Todo esto dependen de las actividades que realicen.
Los martes y los fines de semana son los días de mayor demanda; hay riesgos en el tránsito.