Los enfermos crónicos sufren el mayor impacto por decesos y complicaciones resultantes de la pandemia de covid-19.
El Ministerio de Salud Pública adquirió sedantes y analgésicos necesarios para la atención de pacientes contagiados de covid-19, con síntomas graves en las UCI.
Junto a una de las camas, ubicadas en la antigua cafetería, está de pie Alejandra Guanoluisa. Usa un visor, además de la mascarilla, para protegerse en esa área covid-19 del Hospital del IESS Quito Sur, mientras colabora en el cuidado de su padre, Agustín Guanoluisa, quien tiene una discapacidad visual. El 1 de abril, el hombre, de 56, obtuvo un resultado positivo para covid-19 y se aisló en casa hasta que el sábado pasado su saturación, nos dijeron, bajó hasta 84. Le faltaba la respiración y le dolía el pecho. En las carpas de emergencia le hicieron una tomografía. Se determinó que Agustín necesita al menos siete días de hospitalización por una afectación en los pulmones. En la antigua cafetería todas las camas están ocupadas, igual que en las otras zonas de hospitalización y terapia intensiva. Pacientes conectados a tomas de oxígeno aguardan por una cama, sentados en sillas de antiguos consultorios. Ninguna silla está vacía. El hospital vive un momento crítico, admite el coordinado
El tratamiento con corticoides de los pacientes críticamente enfermos de covid-19 reduce el riesgo de muerte en un 20%, según un análisis de siete ensayos internacionales, lo que ha llevado a la Organización Mundial de la Salud a actualizar sus consejos sobre el tratamiento.