Es como el amor a primera vista (o siendo sinceros, como ese alboroto físico que provoca conocer a alguien guapísimo). La belleza embriaga y quienes conceptualizaron este lugar estaban pensando en moverle el piso a quien se pusiera en frente. Un sitio bellamente ambientado en un edificio antiguo, una oferta sofisticada (café y té, en sus versiones gourmet), personal risueño e informadísimo. ¿Qué más se puede pedir?