Ya sé que voy un poco tarde, que quizá a estas alturas ni te llegue mi carta, pero como no hay peor gestión que la que no se hace, igual te envío la lista de cosas que quiero por Navidad. Y no te preocupes, que para ninguna necesitas plata (sé bien cómo está la situación) solo ingenio y supongo que paciencia. Tampoco me voy a poner exigente, lo que puedas darme será bien recibido; créeme, Papá Noel, si me traes aunque sea un par de estos regalos contarás con mi gratitud eterna.
Los marxistas creen que pueden cambiar la naturaleza humana, dice Simone Weil. En Ecuador esperan reemplazar el aparato productivo por otro movido con energía estatal.
A mis 79 años, con un pie en el planeta Tierra y el otro en el purgatorio, sí puedo dar fe, basado en la verdad y no por fanatismo o politiquería. Que es la primera vez que en Ecuador están gobernando jóvenes profesionales, honestos, con títulos académicos, PhD y maestrías en universidades mundialmente famosas.
Estamos a pocos días de que el Régimen enfrente su primer paro nacional y por ello durante las últimas semanas se han multiplicado los eventos, entrevistas y conferencias de prensa en las que se destaca –desde el oficialismo– los sectores que se han sumado a su campaña ‘Ecuador no para’, atacando a los movilizados y negándoles representación, todo parece formar parte de una estrategia dirigida a minimizar, dividir y desacreditar.
Entrevista a Luis Verdesoto sobre el diálogo nacional y su relación con las marchas. Verdesoto tiene un doctorado en Estudios Políticos en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Francia; profesor de la Universidad Complutense y de la UASB.
El primer punto de los pedidos al Gobierno Nacional, por parte de los trabajadores y un motivo del paro nacional, es el libre ingreso a las universidades. ¿Por qué se origina este planteamiento? En el momento actual, para ingresar a las universidades estatales en Quito, Guayaquil y Cuenca, se necesita tener un puntaje sobre los 95/100 puntos.
Érase una vez un país en donde las leyes eran aplicadas y observadas por la gran mayoría de la gente que lo habitaba, hasta que llegó lo que se autodenominó, pomposamente, Revolución Ciudadana, que durante ocho años de atropellos mandó al traste la institucionalidad de la nación, y consiguió que las leyes expedidas por el líder fueran instrumento de persecución a todos aquellos que discrepaban con sus ideas.
Los afines al Gobierno con los que ventilo nuestras diferencias conceptuales comprenden, aunque no concuerden, que pueda discrepar con lo política en relación a los medios de comunicación; también, que tenga una lectura distinta de la política económica. Pero lo que les parece incomprensible son mis críticas al Buen Vivir.
Si se quiere que el diálogo amplio en pos de “la equidad y la justicia” al que ha llamado presidente Correa tenga resultados positivos para superar la crisis, deben participar todos los sectores sociales y abordarse todos los temas ya que, como se ha afirmado, versará “sobre el país que (todos) queremos”.
El Dr. Alexis Mera, ese escurridizo personaje de Carondelet, sumiso febrescorderista devenido por utilitarismo en ‘revolucionario’ del siglo XXI, partícipe en la redacción de una legislación deficiente y represiva que atenta contra derechos y libertades ciudadanas, con insinuaciones descalificadoras y citándolo diminutamente, ha pretendido replicar mi artículo anterior.
Hoy, 18 de julio del 2015, los asistentes a la asamblea ordinaria anual de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador decidieron convocar a un levantamiento indígena y de pueblos del país. La medida se tomó después de que por unanimidad se decidiera no participar en el diálogo convocado por el Gobierno Nacional. Los pueblos indígenas demandan la derogación de las 17 enmiendas constitucionales, del decreto 016, un cambio en las políticas relacionadas con el medio ambiente, entre otras peticiones. “Para dialogar ya hemos tenido ocho años y el Gobierno nunca tomó ni una coma de nuestras propuestas. Ahora queremos respuestas concretas”, dijo Franco Viteri, presidente del Gobierno de las Naciones Originarias de la Amazonía. Las delegaciones de los pueblos indígenas recorrerán a pie desde Zamora Chinchipe, al sur del Ecuador, en una marcha denominada ‘recorrido por la vida y los derechos’. La marcha se inicia el 2 de agosto en Tundaimi, avanza por Loja, Cuenca, Riobamba y Ambat
Ecuador vive tiempos complejos, sobre todo por la serie de amenazas que enfrenta su seguridad. Una de las principales es el crimen organizado, vinculado sobre todo con el narcotráfico.
La etapa por la que atraviesa el país es desagradable. La política es áspera. Demuestra poco afán de conciliación. Cada uno en su cubículo. El Gobierno buscando a sus amigos. Los excluidos reclamando atención. Nadie mira cómo aportar soluciones.
Las importantes movilizaciones sociales que se produjeron la semana pasada y el debate político alrededor de los temas allí planteados (que no pueden ser reducidos a las cargas impositivas a la herencia y a la plusvalía), no deberían distraernos de hechos que tienen que ser considerados sintomáticos en la misión -la más peligrosa de todas- de establecer ‘verdades’ oficiales por medio de una compleja institucionalidad encargada de decirnos cómo, qué y cuándo informar, leer, entender y conocer.
El elemental o simple enunciado que titula este comentario, coloca en su verdadera dimensión lo importante que constituye anunciar, desde las alturas del poder absoluto correísta, la apertura de un diálogo, que lamentablemente se convoca a los ocho años y medio de haber asumido la Presidencia.
El ambiente se calienta de forma peligrosa en el Ecuador y no precisamente por el indescifrable cambio climático, sino por la espontánea combustión que brota del pueblo cuando este, en su calidad de mandante, no se siente escuchado por sus mandatarios.
El Ecuador se apresta a recibir a Su Santidad, el papa Francisco, en medio de jornadas tumultuosas. La crispación marca la atmósfera. La polarización provocada por ocho años de insultos y descalificaciones detonó las protestas, a propósito de las leyes de herencias y plusvalía.
La mañana de este 27 de junio, luego de participar en una minga en la Ciudadela Atahualpa, el alcalde Mauricio Rodas mencionó que si el Gobierno Nacional no realiza “rectificaciones profundas" convocará a los quiteños a una marcha.
Acabado el partido entre la Selección de Ecuador ante Chile, por Copa América, la canción ‘El pueblo unido, jamás será vencido’, del grupo chileno Inti Illimani, retumbó desde los parlantes instalados en la sede de Alianza País, en el norte de Quito.