La ambateña Carmen Arias destina la mayor parte de su tiempo al cuidado de sus tres hijos pequeños. Foto: Glenda Giacometti / EL COMERCIO
Las tareas de la ambateña Fanny Moreno se inician a las 05:00. Deja a sus dos hijos en la escuela y, en la tarde, los recoge. El pasado martes 12 de marzo de 2019, por ejemplo, los apuraba por el intenso sol del mediodía mientras regresaban a casa. Entre risas y juegos ingresaron a la vivienda ubicada en el oriente de la ciudad.
Fanny colocó a la pequeña Giovanna en un coche de bebé y puso a calentar la comida.
Luego barrió el piso del comedor y sirvió el almuerzo. En las tardes ayuda a los chicos con los deberes escolares.
Lavar la ropa, cocinar, limpiar la casa y lavar los platos son parte de las tareas no remuneradas del hogar. Las mujeres del país destinan tres veces más tiempo que los hombres a estas actividades.
Según el estudio Cuentas Satélite del Trabajo No Remunerado, publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), las ecuatorianas dedican 1 111 horas per cápita en el año al trabajo en casa y los hombres, solo 334.
Fanny tiene poco tiempo para descansar en el día, ya que su jornada termina a las 22:00. “Preparo el desayuno, atiendo a mi esposo, voy a dejar en la escuela a mis pequeños. A veces hay días difíciles en que ya no avanzo y quiero tirar la toalla, pero mis pequeños me dan energías”, indicó Moreno.
Las mujeres también invierten más tiempo en el cuidado de los hijos y otros miembros del hogar que los hombres. De cada 100 horas, las ecuatorianas destinan 75 a estas tareas.
“Hay tantas cosas que se hacen en el día que a veces no alcanzo a terminar”, indicó Arias, otra madre de familia.
El estudio del INEC busca visibilizar estas actividades que no son reconocidas por la sociedad. En total, en el país se dedicaron 11 823 millones de horas a las actividades del hogar. Eso representa USD 19 880 millones, equivalentes al 20% del Producto Interno Bruto.
Según Ibeth Orellana, directora del Consejo Nacional para la Igualdad de Género (CNIG), la incorporación de las mujeres al mercado laboral no ha implicado que abandonen sus tareas del hogar.
Ximena Conjote, de 30 años, tiene dos horarios de trabajo, pero solo uno es pagado. La joven ayuda en un pequeño restaurante por cuatro horas y el resto del tiempo los dedica lavar la ropa, preparar los alimentos y cuidar a sus dos hijas.
De su primer trabajo recibe USD 190. De esos, Ximena destina USD 100 a pasajes y almuerzos. El resto es para gastos en su hogar y ahorro.
Según el informe de la Cepal del 2014, sobre uso del tiempo y trabajo no remunerado en América Latina y el Caribe , las mujeres ecuatorianas destinan 67 horas a la semana al trabajo doméstico, mientras que los hombres 39, en promedio. En países vecinos, como Perú, la
carga doméstica para las mujeres fue menor, ya que destinan 39 horas a la semana a este tipo de tareas y los hombres, 15.
Otro elemento que destaca el INEC es que cuando el ingreso económico de las familias es mayor, la mujer realiza menos tareas en el hogar.
Además, si es mayor el nivel de instrucción del jefe de hogar, la desigualdad disminuye. Así, cuando no cuentan con un nivel educativo, las mujeres cumplen con el 84% de las tareas del hogar. Si tienen educación de cuarto nivel, en cambio, el volumen de tareas para las mujeres baja al 57%.
Para Orellana, los resultados suponen un desafío para que el Gobierno trabaje en políticas para garantizar el acceso a la salud y a la seguridad social de las amas de casa y cuidadoras, y para reducir las brechas de género en el país.