Yaku

Sorprendentes y gratificantes resultados arrojan la elecciones seccionales del Azuay. Mientras los supuestos “ganadores” combatían entre sí con una campaña sucia y “empapeladora”, un candidato de aparentemente baja posibilidad, generaba un discurso sencillo y directo por la defensa del agua que apelaría finalmente a buena parte del 44% de la población menor de 35 años; millenials conectados a las redes con una capacidad de discernir sobre los problemas más acuciantes del planeta que heredan. Y por supuesto a otros pobladores de avanzada o que se verían directamente afectados por la minería metálica del alto impacto ambiental.

Centro este artículo en el nuevo prefecto Yaku (agua en quichua) Pérez Guartambel, doctor en jurisprudencia con especialización en justicia indígena, derecho ambiental y un diplomado en cuencas hidrográficas y población, a quien Correa disminuyó en su momento calificándolo de “tirapiedras” y “terrorista”. Y lo hizo para salvaguardar su gran proyecto de explotación de minería metálica para entonces comprometido con empresas canadienses y chinas. Ahora Pérez es una de las cabezas visibles responsables del apabullante resultado de la consulta sobre minería metálica en el cantón Girón -86.79% dio el No- donde opera el proyecto Loma Larga- Quimsacocha, bajo la canadiense INV Metals Inc. En 12 años esta compañía planificaba la extracción de 2,6 millones de onzas de oro, 13,3 de plata y 88 millones de libras de cobre. Para la operación se requerirían millones de millones de litros de agua cuyo riesgo de contaminación es altísima si no total.

“Maquilar” la tierra y el agua para extraer metales preciosos por parte de empresas foráneas en suelo de naciones pobres, mal administradas, corruptas y endeudadas en extremo, supone: destruir, contaminar y salir orondo con las ganancias. Nada importan las comunidades que habitan en o alrededor de estos proyectos; nada las contaminadas aguas de metales pesados –cianuro entre otros- que siguen su natural curso en el resto del territorio. Un círculo vicioso que se debería cortar de raíz.

Esta es la voz de alerta y lucha que hace que Yaku gane. Durante las últimas 3 semanas de campaña, la gente en los mercados, el taxista o el ciudadano de a pie te dejaban saber que votarían por él “que defiende nuestra agüita”. Ojalá que este triunfo se convierta en un grito de auxilio nacional que nos lleve legalmente a prohibir en su totalidad la extracción de minerales metálicos. Va de la mano con la concientización y el control a la deforestación, al monocultivo, a las urbanizaciones irracionales, a la industria contaminante, y sobre todo, a la valoración y respeto de las comunidades campesinas. Un triunfo desde el Azuay para el país. Esperamos con fe el pronunciamiento del Ministerio de Energía…

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