Dejemos por un momento el vértigo que enloda nuestra polÃtica nacional. Hablemos de un hecho radiante que llena de orgullo. Se trata del Premio Ambiental Goldman 2022 conferido a dos miembros de la comunidad Kofan del Oriente.
El premio -equiparado con el Nobel en su campo- reconoce la defensa del territorio de la comunidad Sinangoe. Contra petroleras, mineras legales e ilegales, cazadores y pescadores furtivos, deforestadores, contaminadores de aguas, suelos y aire … La comunidad se asienta a orillas del Aguarico y cubre 32 mil hectáreas… Custodia irrenunciable de territorio y cultura. Inseparables los dos.
La cara visible son dos jóvenes voluntarios indÃgenas: Alexandra y Alex. Alexandra Narváez -madre de 2 niñas- se nutre de las voces ancestrales de su pueblo. Es la primera mujer integrante de la Guardia indÃgena -hoy son 6- y Presidenta de la Asociación de Mujeres IndÃgenas de Sinangoe. La Guardia, con sus lanzas en mano, se conformó en 2017.
Alex Lucitante -padre de 3 niños- es un apasionado de la medicina y la sabidurÃa ancestral. Milita en la Guardia indÃgena, participa en sus recorridos, denuncias, soluciones. Impulsa, junto a Alexandra, ambiciosas capacitaciones sobre uso de cámaras, drones, GPS, primeros auxilios.
La comunidad ha enfrentado a las estructuras del Estado. Logró un triunfo soberbio en 2018: la reversión de 52 concesiones de extracción de oro asentadas ilegalmente y sin respetar la consulta previa, conquista indÃgena no negociable.
La trascendencia del Premio es enorme. (En el 2000 lo ganó otra indÃgena: Nemonte Nenquimo). Constituye la visibilización de una lucha silenciosa. Un reconocimiento a la sobrevivencia de las nacionalidades. Un ejemplo para todos los pueblos indÃgenas. Una oportunidad para canalizar apoyos. Una advertencia al estado sobre pueblos libres en alerta máxima… Una buenanoticia… Una advertencia en tiempos que se promueven explotaciones mineras con ligereza y sin consultas. Los territorios amazónicos no están vacÃos.