El Ejecutivo debe tener claro que, el “país del encuentro”, simplemente no es viable en la praxis política del momento. Las señales del régimen, de considerar nuevos acercamientos con la Asamblea, resultaría apresurado interpretarlas, que habría apostado definitivamente por “mantenerse” en vez de gobernar; con mayor motivo, si han existido y existirán cambios de criterios desde Palacio.
Sin embargo, tratando de entender los pobres resultados políticos de los últimos meses, tiene sentido preguntarse: ¿es que acaso ronda en Carondelet, el criterio de una excesiva “prudencia”, que probablemente en verdad sea temor e inseguridad?; y, ¿por ende no se descartarían futuros acuerdos con olor a supervivencia, cuyas líneas rojas no estarían claras aún?. Puede así generarse resultados y consecuencias probablemente no deseadas, pero que al final del día, pudieran coadyuvar al retorno en el 2025 del nefasto socialismo del siglo XXI.
El norte del gobierno no debe ser mantenerse (rendirse), sino luchar activamente por sacar al país (i) del estancamiento social y económico; (ii) de la impunidad; y, (iii) del socialismo, latente amenaza a la Libertad. En estas circunstancias, y visto que lo ya realizado no ha funcionado políticamente, la mejor defensa pudiera ser considerar el ataque, apuntando las armas, no a la muerte cruzada (la cual pudiera tener sentido aplicarla como medida extrema, de ser el caso, preferiblemente entre el mes 33 y 36 de gobierno, es decir faltando 1 año para terminar el mandato); pero sí, utilizar las herramientas democráticas y constitucionales, como la Consulta Popular, analizando previamente la viabilidad jurídica, entre otros puntos, de reemplazar la constitución y a los actuales asambleístas ¿por qué no?. Quizás, dicho complejo camino, ayude a direccionar a buen puerto; y al régimen a salir bien parado, ya que se valoraría el alto espíritu combativo democrático de no claudicar; y, no el “encuentro” con la cómoda rendición…