En la primera semana de gobierno, en el año 2007 y en una visita a la zona costera, los ministros del ramo de Ecuador y Venezuela empezaron a hacer los elocuentes anuncios de una gran refinerÃa.
Al año siguiente firmaron documentos y los lÃderes populistas de ambos paÃses hicieron un ‘simulacro’ de primera piedra en julio de 2008.
Elegido el sitio de El Aromo, en Manabà y pese a las advertencias del potencial daño ecológico, se formó la empresa mixta RefinerÃa del PacÃfico. Pdvsa era la ‘socia’ de Petroecuador.
Pdvsa ha sido operadora técnica y fuente de exacción polÃtica de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. El comandante desaparecido andaba ofreciendo refinerÃas por doquier en pos de conquistar aliados polÃticos. Aquà encontraron terreno fértil. El Gobierno hizo publicidad engañosa contando la historia con piezas visuales que mostraban los bocetos de una refinerÃa y hacÃan creer que los estudios de factibilidad ya estaban.
10 años después en El Aromo hay una gigante explanada cuya remoción de tierras le costó al Estado, ( léase al pueblo del Ecuador) la nada despreciable cifra de USD 1 500 millones, y de por medio está la famosa firma Odebrecht.
Hasta hoy ni empresas coreanas ni chinas, como se ofreció han aparecido en el horizonte y el ‘socio estratégico’ (Pdvsa) amenaza con ir a un arbitraje.
Pese a los esfuerzos del paÃs la ilusión del elefante blanco se diluye en la explanada, otro fracaso de la revolución.